Leonard Cohen en el Festival de Benicàssim. Foto: Eugenio Torres.
Vince Power, propietario del Festival Internacional de Benicássim desde 2010, ha disipado las dudas que el retraso en el montaje y la falta de pago a los proveedores habían despertado sobre la celebración del evento. El dueño de la empresa Maraworld ha vendido el 65% de sus acciones a dos de los más importantes promotores de festivales europeos, Denis Desmond y SJM Concerts, para contar con la liquidez suficiente que permita llevar a cabo la edición de este año, que tendrá lugar en la localidad valenciana del 18 al 21 de julio.Maraworld, la empresa organizadora del festival de la que el británico es propietario, se encuentra actualmente en concurso voluntario de acreedores y ha sufrido un retraso de varios días en el montaje de sus escenarios. De hecho, una de las empresas que trabaja en la instalación de la parte audiovisual del escenario principal confirmó a Europa Press que desde la producción del evento se les había pedido que paralizaran sus labores.
La inquietud en las redes sobre la celebración del festival surgió cuando fuentes de la organización señalaron que el montaje de los escenarios "sufre el retraso de tres o cuatro días" sin precisar más detalles ni las causas de este hecho. Más tarde, la organización del festival comunicó en su perfil de Facebook que el festival sigue adelante, para calmar a los miles de fibers -como se conoce a los asistentes al FIB- que ya tenían su entrada comprada, pero dejaba claro que la pelota estaba en el tejado de Power.
Por su parte, fuentes del Ayuntamiento de Benicàssim y de la Diputación de Castellón -instituciones que colaboran en el evento- manifestaron a Europa Press no tener noticias de una supuesta suspensión del certamen. Fuentes conocedoras del proceso han apuntado que en los últimos tiempos se han intensificado los contactos para intentar vender el certamen, que el actual propietario, John Vince Power, compró a los hermanos José Luis y Miguel Morán.
El pasado 5 de junio, el FIB ofreció la rueda de prensa de presentación, un acto que contó con Vince Power, que se refirió a la edición de 2013 -cuyo cartel incluye entre otros artistas a Arctic Monkeys, The Killers o Queens of the Stone Age- como "un año difícil" aunque recalcó su deseo de que el festival se desarrollara satisfactoriamente.
En esa misma comparecencia, la organización dio a conocer que esperaba recibir unos 33.000 visitantes de media diaria, muchos de ellos británicos, un 'mercado' fiel al certamen castellonense. Asimismo, comunicó la desaparición de la programación de las actividades extramusicales como consecuencia de la crisis económica y la situación del propio evento.
La empresa que impulsa el festival, Maraworld, presentó ante un juzgado de Madrid la solicitud de declaración del concurso voluntario de acreedores. La mercantil subrayó en aquel momento que este paso "no ponía en duda" ni la viabilidad de la firma ni del certamen musical, cuya celebración estaba "absolutamente garantizada".
Todo este procedimiento se inició después de que el diario británico The Guardian publicara que la compañía Music Festivals Group's de Vince Power -director y propietario del certamen castellonense a través de Maraworld- iba a entrar en un procedimiento parecido al que se conoce en España como concurso de acreedores.
Se da la circunstancia de que otro festival promovido por Vince Power, el Hop Farm Music Festival, que se iba a celebrar el 5 y el 6 de julio en Kent (Inglaterra) ha sido cancelado "con gran tristeza", según informa la propia web del evento, que justifica la suspensión de este certamen -que se celebró durante cinco años- en la escasa venta de entradas, entre otros motivos.