Críspulo Cabezas, en el centro, interpreta a Dioniso en Bacantes.
La obra Bacantes llega este jueves, 16 de agosto, al Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida para ofrecer una lectura contemporánea del texto clásico de Eurípides y convertir así la escena en una fiesta 'rave', bajo el acompañamiento del célebre pinchadiscos y compositor británico Matthew Herbert.El director de la obra, Carlos Álvarez Ossorio, ha explicado que la propuesta refleja con "coherencia" su esencia grecolatina, aunque en ella se han incorporado elementos contemporáneos para conformar una "bacanal 'rave' electrónica". Y ha añadido que estamos ante "un espectáculo en el que se hace una clara apuesta por el teatro contemporáneo y la música electrónica en directo para dar vida a una obra que, a pesar de formar parte de los clásicos, tiene mucha actualidad en los tiempos que corren".
Con una puesta en escena donde el propio teatro romano de Mérida es una pieza fundamental y apoyado en una estética "atemporal" con grandes ánforas y depósitos, esta interpretación de Bacantes busca "sorprender" al público y atraer a espectadores que no suelen acudir al teatro, y menos a un ciclo de obras clásicas, ha explicado el director del Festival, Jesús Cimarro.
Ossorio también ha destacado que se trata de un estreno absoluto, producido por la compañía extremeña El Desván Teatro y el Festival Internacional de Teatro de Mérida, en el que los actores también son extremeños.
Bacantes es la tragedia más ritual de Eurípides, cercana al Teatro de la Crueldad de Artaud, que demanda actores que conecten lo físico con lo espiritual. En nuestra propuesta, nos situamos en el punto de vista de las bacantes tebanas (no de las asiáticas del texto original) para vivir con ellas la regresión que experimentan desde su estatus de personas civilizadas e individuales, hasta reencontrarse con sus instintos más primarios, con sus raíces animales, con su lado dionisíaco.
Hay un viaje hacia lo salvaje y lo primitivo, un retorno a lo tribal. Los habitantes de la ciudad abandonan sus hogares y sus vidas para adentrarse en un mundo desconocido, clandestino, el mundo de la música y el ritual dionisíaco.