Si John Cage viviera hoy sería DJ o productor de electrónica. Eso cree Lorena Sánchez, productora de Crasmúsicas, un proyecto que une dos mundos que han ido casi siempre por caminos separados: la música clásica contemporánea y la música electrónica de vanguardia. La afirmación no está exenta de fundamento; la faceta experimental del músico estadounidense no se limitó a introducir cucharas y todo tipo de objetos dentro de un piano o a firmar una partitura en blanco con un silencio de cuatro minutos y medio, también probó las mieles de lo que podía ofrecer la incipiente música electrónica.
Crasmúsicas actúa como catalizador de la hibridación: pone en contacto a compositores y músicos de ambas disciplinas y les propone trabajar juntos, hace un seguimiento del proyecto y, según las necesidades de cada uno, incorpora bailarines y artistas visuales. Su objetivo: "acercar al público general las músicas más académicas y experimentales", explica Sánchez.
Como ciclo, Crasmúsicas se celebra en la Nave Musical de Matadero Madrid con la colaboración de Red Bull. En citas anteriores ha llevado su particular propuesta al terreno del réquiem -en el vídeo- y la ópera, y el próximo 12 de julio, harán lo propio con el cabaret. Este jueves presentan "Nello Stile Antico" ("En el estilo antiguo"), el cuarto proyecto de la que es su segunda edición. Para celebrar el centenario del nacimiento de Cage, el compositor Tomás Garrido dirigirá el maridaje de la DJ Pelacha con Utopic Ensemble -Sergio López (oboe), Alex Tatnell (trompeta), Julián Elvira (flauta), Andrés Ortiz (violín), Antonio Agúndez (viola) y Alvaro Llorente (violoncello)-. Reinterpretarán obras de Cage, Llorenç Barber, Antonio Agúndez y el propio Tomás Garrido, con espacio para la improvisación, la performance, la danza y los efectos visuales de Paco Gramaje.
Lo que ofrece Crasmúsicas es una experiencia única, destinada a un público general con cierta disposicion hacia el arte contemporáneo, que busca en su tiempo de ocio experiencias culturales que le ofrezcan algo innovador. "Apenas hay iniciativas de este tipo, aparte del festival Club Contemporary Classical (C3) de Berlín (donde seleccionaron un proyecto nuestro el año pasado) y la productora londinense Non Classical, aunque en realidad esta última organiza conciertos donde ambos estilos se yuxtaponen pero no se hibridan", explica la productora del ciclo.
En el fondo, la figura del compositor de música contemporánea y la del productor de electrónica tienen bastante en común: "Ambos trabajan de forma individual y aunque la mayoría de los productores de música electrónica tienen una formación autodidacta, la manera en que crean y combinan diferentes pistas de sonido se parece mucho a la orquestación". Unas similitudes que se alían para demostrar que lo experimental no es "raro" ni "inaccesible", sino un paso en firme hacia la música del mañana.
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