La danza va inexorablemente unida a la juventud. Es la única disciplina artística que exige a sus intérpretes un cuerpo lozano y joven. Y aunque el nuevo director del Ballet Nacional de España (BNE), Antonio Najarro, ya ha anunciado que no bailará por el momento, sí que ha desplegado en su primer encuentro con la prensa mucha juventud y energía. "Quiero ofrecer una visión joven, dinámica, contemporánea y vital del BNE, y sacar el brillo que creo que tiene que tener la formación". Claro, que eso no basta, pues habrá que ver cómo sus propuestas convencen luego desde el escenario.
Najarro ha cuidado la puesta en escena de este primer encuentro. Ha dado su rueda de prensa en una de las salas de ensayo del BNE, en solitario y únicamente arropado por un cartel en blanco y negro de una bailarina mostrando su exuberante cola de volantes que anuncia Ángeles Caídos y Suite Sevilla. Es el programa con el que abrirá la temporada que él ha diseñado y que tendrá que esperar hasta el 22 de marzo de 2012 para representarse. A partir de la próxima semana, la compañía se va de gira mundial con espectáculos de la "era José Antonio", su antecesor.
El director ha diseñado en la capital dos temporadas en una. La de marzo está destinada a los nuevos coreógrafos: Ángeles caídos es una espectáculo de corte vanguardista que reúne coreografías de Javier Latorre, Olga Pericet, Rocío Molina, Rafaela Carrasco, Rubén Olmo y Manuel Liñán, y que ha dirigido el exdirector de La Fura, Hansel Cereza. Contempla, entre muchos otros, un paso a dos entre Pericet y Molina o un solo de Olmo, un intérprete que para Najarro "es fuera de lo común". Najarro ha subrayado que todos son coreógrafos jóvenes pero talentosos, a los que quiere "dar cabida en el BNE y que se integren".
Najarro ha recuperado una reciente coreografía suya, Suite Sevilla, que apenas pudo bailar con su antigua compañía pues la estrenó poco antes de ser elegido director del BNE y que está inspirada en Sevilla a partir de música de Rafael Riquni. El actual cuerpo de baile del BNE (40 bailarines), "una plantilla de la que estoy muy satisfecho, que he encontrado con muchas ganas de ser dirigidos, incluso de forma enérgica y muy personal y que están sudando sangre", interpreta una versión reducida de la original. Mucho más clásica que la anterior, es un ballet de danza-clásico española.
La segunda temporada, a partir de octubre de 2012, la dedicará a la recuperación del repertorio con el Paso a cuatro de la Escuela Bolera de Antonio Ruíz, Dos jotas de Pedro Azorín y Medea de José Granero. El director ha señalado que el flamenco tendrá un papel importante, pero considera que hay otros estilos que han estado muy descuidados y que es primordial, en su opinión, descubrir al público, como la escuela bolera o el folklore.