El destacado productor y director de cine Roger Corman, rey del cine de serie B, ha muerto a los 98 años. Muy admirado por otros directores de cine de género como Quentin Tarantino y John Carpenter, Corman fue mentor de grandes nombres de Hollywood como Francis Ford Coppola, Martin Scorsese y James Cameron. Como productor, su generosidad y su confianza en los jóvenes talentos permitió que se pusieran por primera vez detrás de la cámara.
Corman falleció en su casa de Santa Mónica (California) el pasado jueves, 9 de mayo, según ha informado su familia. "Era generoso, de corazón abierto y amable con todos los que le conocían. Cuando le preguntaron cómo le gustaría que le recordaran, dijo: 'Fui cineasta, solo eso'", afirma el comunicado.
Nacido el 5 de abril de 1926 en Detroit, Michigan, Roger William Corman mostró desde temprana edad un interés apasionado por el cine. Después de obtener una licenciatura en Ingeniería Industrial en la Universidad de Stanford y servir brevemente en la Armada de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, Corman decidió seguir su verdadera pasión y se inscribió en la Escuela de Cine de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA).
Fue allí donde Corman comenzó a dejar su marca en el mundo del cine. Durante sus años de estudiante, dirigió su primer largometraje, Five Guns West (1955), una modesta película del oeste que marcó el inicio de una carrera legendaria. Pronto, Corman se convertiría en una fuerza impulsora detrás de la productora American International Pictures (AIP), donde produjo y dirigió una serie de películas de bajo presupuesto que rápidamente se convirtieron en éxitos de culto.
El enfoque de Corman en la producción rápida y económica lo convirtió en un pionero del cine independiente. Sus películas, aunque a menudo limitadas por presupuestos modestos, eran conocidas por su capacidad para superar las limitaciones financieras con inventiva y habilidad técnica. Desde comedias hasta películas de terror y ciencia ficción, Corman demostró una gran versatilidad y una habilidad para adaptarse a cualquier género.
En su filmografía figura la comedia La pequeña tienda de los horrores (1960), escrita y dirigida por él y rodada en dos días. La película trata de una floristería a la que llega una planta carnívora que se alimenta de personas, y en ella hace una de sus primeras apariciones Jack Nicholson, como paciente masoquista de un dentista sádico. En los años 80, tuvo una versión como musical de Broadway y Frank Oz dirigió un remake probablemente más conocido que el original y protagonizado por un joven Rick Moranis.
La década de 1960 fue su etapa más prolífica como director. Se puso detrás de la cámara, además de producirlos, en títulos como La caída de la casa Usher, El cuervo (comedia de terror levemente inspirada en el famoso poema de Edgar Allan Poe y con Vincent Price, Boris Karloff y Peter Lorre como protagonistas), El hombre con rayos X en los ojos, La última mujer en la Tierra y La máscara de la muerte roja.
Uno de los aspectos más destacados de la carrera de Corman es su papel como mentor de una generación de cineastas y actores emergentes. Muchos de los más grandes nombres de Hollywood, incluidos los mencionados Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, James Cameron y Jack Nicholson, comenzaron sus carreras trabajando en las producciones de Corman. Su enfoque de "aprender haciendo" y su disposición para dar oportunidades a talentos desconocidos han dejado una marca indeleble en la industria del cine.
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A pesar de su asociación con películas de bajo presupuesto, Corman nunca sacrificó la calidad en aras de la rentabilidad. Sus películas eran conocidas por su ingenio narrativo, sus diálogos afilados y su capacidad para abordar temas sociales y políticos de manera provocativa. Películas como The Intruder (1962), que exploraba el tema de la segregación racial en el sur de Estados Unidos, demostraron que Corman estaba dispuesto a desafiar las convenciones y abordar temas controvertidos.
En el documental Corman's World (Alex Stapleton, 2011), dedicado a la figura de Roger Corman, Jack Nicholson confiesa que odió Tiburón y La guerra de las galaxias, ambas estrenadas en los años 70, por el cambio de ciclo que suponía en la industria del cine. Como explica la crítica de cine Eulàlia Iglesias, estas dos películas "se apropiaban desde la industria de imaginarios, temáticas y públicos hasta entonces propios del cine de serie B que representaba Corman".
A lo largo de los años, Corman ha acumulado una impresionante lista de logros y reconocimientos. Ha dirigido más de 50 películas y producido más de 400, abarcando una amplia gama de géneros y estilos. Su contribución al cine independiente fue reconocida con un premio Oscar honorífico en 2009, que celebraba su "incomparable influencia en el cine y su incansable promoción de nuevos talentos".