'El correo': Daniel Calparsoro vuelve más cómico y cínico que nunca con el lobo de Marbella
El filme, inspirado en hechos reales, sigue los pasos de Iván (Arón Piper), un pícaro de barrio que se involucra en una trama de blanqueo de dinero.
19 enero, 2024 01:23Daniel Calparsoro (Barcelona, 1968), uno de los protagonistas de la renovación generacional del cine español en los 90, ha dedicado su trayectoria en exclusiva al thriller, tanto en el cine como en la televisión, desarrollando una obra adrenalínica y de potente factura visual que suele adentrarse en las grietas de la sociedad española, aunque en alguna ocasión haya apostado por elementos psicológicos (Ausentes, 2005) o sobrenaturales (El aviso, 2018).
Director prolífico –en septiembre, hace menos de cinco meses, estrenó también en salas Todos los nombres de Dios–, Calparsoro tiene cierta predilección por utilizar a un pícaro de barrio como protagonista de relatos de auge y caída en el mundo del crimen, como ya ocurriera con Álex González en Combustión (2013), con Miguel Herrán en Hasta el cielo (2020) o con Àlex Monner en Centauro (2022).
Si en todas estas películas primaba ante todo la acción y el romance, en El correo Calparsoro da una interesante vuelta de tuerca a su cine apostando por un tono más cómico y cínico, en el que podemos ver la sombra del Martin Scorsese de Uno de los nuestros (1990) y, sobre todo, de El lobo de Wall Street (2013).
El filme, inspirado en hechos reales, sigue los pasos de Iván (Arón Piper), un chaval de Vallecas que trabaja como aparcacoches en un lujoso club de golf de la capital en la pujante España de 2002. Dispuesto a aprovechar las oportunidades que aparezcan por el camino, acaba convirtiéndose por un golpe de suerte (o de mala suerte) en correo para una organización internacional dedicada al blanqueo de dinero. Su labor será transportar maletines cargados de billetes de la especulación inmobiliaria desde Madrid a Bruselas y Ginebra.
La peripecia de Iván se prolonga a lo largo de 10 años, insertándose poco a poco en el meollo de la corrupción, y por la pantalla aparece una reconocible camarilla de esos políticos, constructores y especuladores que se enriquecieron de manera ilegal a costa de los contribuyentes sin un ápice de escrúpulos.
Es el caso del intocable empresario Bermúdez (Luis Tosar, actor habitual de Calparsoro), el gran intermediario de la trama, o del cutre concejal de urbanismo de Marbella José Luis Ocaña (José Manuel Poga), al que Iván chantajeará con un inenarrable vídeo sexual.
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Con un ritmo ágil, una fotografía sofisticada y una voz en off que sitúa el relato en primera persona, El correo es un filme entretenido y solvente, aunque quizá demasiado apegado al molde scorsesiano, lo que le resta capacidad de sorpresa. Calparsoro aparca las secuencias de acción y busca sacar partido del magnetismo de Arón Piper, que navega con soltura por un personaje que se va endureciendo y vivirá etapas de frenesí narcótico.
Por otro lado, el filme recupera las famosas operaciones Malaya o Emperador o la aparición de la Lista Falciani con material de archivo. Así, El correo radiografía esa España en la que la corrupción campó a sus anchas durante demasiado tiempo.
El correo
Dirección: Daniel Calparsoro.
Guion: Patxi Amezcua y Alejo Flah.
Intérpretes: Arón Piper, Luis Tosar, María Pedraza, Laura Sépul, Nourdin Batán, José Manuel Poga.
Año: 2024.
Estreno: 19 de enero