Con una recaudación superior a los 18 millones de euros, Campeones (2018) es una de las películas más taquilleras de la historia del cine español. Contaba entonces Javier Fesser (Madrid, 1964) las aventuras de un equipo de baloncesto formado por discapacitados intelectuales a los que entrena, al principio de mala gana, Javier Gutiérrez.
Tierna y divertida, la cinta emocionó a todo el país y, como explica el propio director, tuvo la virtud de acercar al gran público la realidad de estas personas, mucho más divertidas, perspicaces y al fin y al cabo parecidas a todo el mundo de lo que quizá algunos imaginaban.
Cinco años después llega la secuela, Campeonex, con algunos nombres del primer filme como los icónicos Jesús Vidal y Gloria Ramos, a los que se suman nuevos personajes/personas (ya que se interpretan a sí mismos) como Brianeitor, un tipo con atrofia degenerativa muscular y un cerebro brillante.
También hay nueva entrenadora, Cecilia (Elisa Hipólito), una joven a la que todo el mundo considera gafe y que ha acabado creyendo ella misma su propia etiqueta. En esta ocasión no jugarán al baloncesto sino que se convertirán, por accidente, en un equipo de atletismo y acabarán compitiendo en los e-sports, videojuegos en realidad virtual que cobran gran importancia.
Fesser es uno de esos directores con un "mundo propio", como hemos visto en títulos tan icónicos de su filmografía como El milagro de P. Tinto (1998) o Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo (2014). Por Camino (2008), la historia de una niña de una familia muy religiosa que muere joven de cáncer, ganó varios Goya, y aunque pueda parecer "poco fesseriana" la considera su película más personal. A la vuelta de la esquina el remake de Bobby Farrelly de la primera parte con Woody Harrelson (se estrena en Navidad), los "campeonex" patrios siguen rugiendo.
Pregunta. ¿Esperaba el taquillazo de la primera parte de Campeones?
Respuesta. No me lo esperaba. Confiaba muchísimo en la capacidad de los personajes de la película para emocionar y hacernos reír, pero luego trajo regalos muy bonitos y muy inesperados debajo del brazo. El mayor de ellos fue el cambio de mirada que provocó en muchos espectadores a la diversidad, a las personas con discapacidad intelectual. Es una película que invitaba a mirarnos los unos a los otros de tú a tú, sobre todo al diferente, porque con el que es igual que tú se aprende poco.
P. ¿Cuál es la clave de ese éxito visto a posteriori?
R. Buscamos la verdad de estos personajes. aunque son mas bien personas. Ese equipo de basket estaba formado por personas haciendo de ellos mismos. Al guion le damos una vuelta entera y reescribimos lo que haga falta después del casting para adaptarnos a la realidad, la vida siempre es mucho más rica de lo que el mejor guionista sea capaz de inventarse.
P. ¿Qué es lo que más les sorprende trabajando con discapacitados?
R. Ellos no tienen miedo a lo diferente, las personas con discapacidad desde pequeñas están acostumbradas a convivir con personas muy distintas. Cuando eres espontáneo y natural y generoso y curioso lo que es distinto te llama la atención y te atrae. Una persona con síndrome de Down o tartamuda no está preocupada por cómo vas a reaccionar, no es su problema, él se expresa. Sin embargo nosotros muchas veces nos cortamos ante lo diferente. Pasa si te encuentras con una alemán, de repente no le hablas porque piensas que quizá no te entiende.
P. ¿Cómo trabaja con ellos como actores?
R. Son todos maravillosamente diferentes. Como sucede con las personas, necesitamos una forma de aproximación distinta. La clave es que hacemos la película sin dar por hecho ninguna limitación. La idea es que en principio todos somos capaces, tambien ha habido quien ha tenido que confiar en mí para hacer esta película. Con esa confianza me vengo arriba y puedo dar el cien por cien, así he hecho cosas que no había hecho nunca. Cuando tú confias en alguien siempre es asombroso lo que te encuentras. Cuando no das por hecho ninguna limitación. Yo lo noto con los idiomas, cuando me dicen que hablo bien en ingles lo hablo mil veces mejor que cuando me dicen que es justitito y necesito traductor. La película va de aceptarnos a nosotros mismos como somos, convertirlo en oportunidades de hacerlo mejor, no en algo de lo que avergonzarte o disimular.
P. ¿Es muy distinto a trabajar con actores convencionales?
R. Hay algo maravilloso en trabajar con personas que no utilizan la cabeza sino el corazón, personas que no manejan el ego en su vida, y eso tambien es muy contagioso y muy saludable. Es una circunstancia que se echa mucho de menos cuando no lo tienes cerca. Cuando profundizas un poco en el mundo de la discapacidad intelectual, algo que he podido hacer en medio planeta presentando la película, es evidente que hay mucho que contar, porque es un universo rico y original.
P. La entrenadora no tiene discapacidad pero también sufre prejuicios. ¿Nadie se escapa?
R. Todos hemos sufrido alguna etiqueta alguna vez. Yo he sido totalmente consciente de lo injusto que son las etiquetas cuando me han beneficiado. Cuando soy director de cine y tengo algún despiste o hago alguna tontería se me tilda de genio. Si ese mismo despiste lo hace un tío que lleva la contabilidad en El Corte Inglés ya no es un genio sino un tipo con el que tener cuidado. ¡Qué injusto es eso! Si tengo despistes no es porque sea un genio, es porque soy un descuidado como cualquiera. Vivimos en una sociedad que necesita clasificar, ponerlo todo en un tarro. Lo mismo con las películas. Thriller, comedia, drama… Ella tiene una etiqueta que es la de gafe y eso nos sirve para denunciar lo injustas que son las etiquetas, pero también para que ella le dé la vuelta y diga: "lo voy a luchar, le voy a dar la vuelta en mi favor". Eso es lo que hacen las personas con discapacidad, por ejemplo Brian, en vez de quejarse y decir que la vida es un asco porque no puede saltar y caminar, utiliza sus talentos y virtudes parea construirse una vida que le haga feliz.
P. ¿Le atraen las personas que se salen del molde?
R. Cuando empecé con la publicidad, por ejemplo, eso ya estaba. Me gustan los personajes característicos y hacer casting por la calle. Luego me preguntan de dónde saco esta gente tan extraña. Para mi la gente extraña son las que salen en los anuncios de perfumes. Yo no veo a esas chicas en el metro. Vamos a ver qué es lo raro y extraordinario. Eso se lo debo a Guillermo, mi hermano, el gusto por fijarte en lo a priori pequeño, lo que no sale en el periódico. He aprendido a educar esa mirada que te lleva a que pasa el papamóvil y yo me fijo en el chofer o el guardaespaldas. ¿Estará casado?, ¿cómo habrá llegado allí?, ¿qué pensara de la vida? Me interesan las vidas de personas que no suelen salir en los titulares. Es bonita la parte de la vida más madura en la que agradeces mucho todo lo que te ha ocurrido y te ha hecho aprender. El error es bonito. En mi CV me gustaría poner "errores cometidos". Si buscara una persona creo que me gustaría ver donde están los errores y no solo los éxitos, porque eso significa que te has levantado.
P. Vemos también cómo los discapacitados son maltratados. ¿Hay una parte oscura?
R. Está todo inspirado en la vida y la realidad. Todas esas anécdotas. Esa historia viene del propio actor, Sergio, que sufrió esta manipulación que cuenta la película. Compañeros suyos se lo llevaban al chalet para robar unas bicicletas, salta la alarma y cuando llega la policía esta él en la puerta sonriente, los saluda y se lleva cuatro mamporros. Hasta que se dan cuenta de que tiene discapacidad pasan un mal rato.
P. ¿Por qué pasa del baloncesto a los deportes virtuales?
R. No es un capricho de los guionistas. Cuando concoces en profundidad ese mundo aparece de manera recurrente el videojuego, la realidad virtual y las nuevas tecnologías como una puerta al mundo. Qué maravilla que una persona con discapacidad pueda competir en Fórmula 1. Se puede salir de casa a través del ordenador y vivir relaciones sin etiquetas ni estigmas ni limitaciones. Nos da la oportunidad además de introducir un videjouego que trabaja los valores.
P. ¿Ha visto el remake americano?
R. Fueron exquisitamente atentos con nosotros. Se estrena en Navidad en España. El remake americano es una película única y original, porque hay otros protagonistas con discapacidad intelectual e incorporan cada uno su mundo, su mirada. Se centra más que el original en el personaje del entrenador y la historia de amor. Eso lo han desarrollado más y pierde alguna importancia el mundo de la discapacidad.
P. ¿Cree que hoy sería posible hacer una película como Camino, en la que aborda la religión, o hay un clima más censor?
R. Es mi película más personal, la que tiene que ver más conmigo. Más intima. Me hizo muy feliz hacerla y estoy tremendamente orgulloso. Es la primera película que hice inspirada en la realidad. En la que tuve que estudiar, prepararme antes de atreverme. Me ayudó a conocerme mejor, me hizo explorar una narrativa con la que no había trabajado y me gustó.
»Por mi experiencia propia hasta hoy jamás he tenido ninguna limitación ni he sentido la presión de nada. Tengo una norma que es que los personajes de los que hablas les tienes que entender, escuchar y realmente terminas queriéndolos. Cuando quieres a tus personajes es difícil que traspases una línea. Hay una gran admiración por Alexia. Ante cualquier reto hay dos caminos, tomártelo por lo tremendo y ponerte el disfraz de victima o utilizar lo que te ocurre como una oportunidad para hacerte mas fuerte y mas sabio. Los "campeones" también demuestran una capacidad emocional a pueba de balas, pueden superar todas las dificultades desde la alegría.