Lua Michel y Ana Padrão, frente al cuerpo sin vida de la abuela (Ester Catalao)

Lua Michel y Ana Padrão, frente al cuerpo sin vida de la abuela (Ester Catalao)

Cine

'Alma viva', fantástica comedia (muy negra) que subvierte el cine portugués

El filme que nos habla del estigma que viven las mujeres independientes en poblaciones rurales condenadas a la extinción y al infortunio

9 junio, 2023 02:22

Acostumbrados al cine grave de directores portugueses como Pedro Costa o Rita Azevedo Gomes, sorprende una propuesta tan juguetona como la que realiza Cristèle Alves Meira (Montreuil, Francia, 1983) en su primer largometraje de ficción, Alma viva.

Y más cuando, en los primeros instantes, la impresión es la de estar ante el clásico drama costumbrista que lo que nos pretende enseñar es la vida en un pueblo perdido de una indeterminada sierra portuguesa (se trata de la remota región de Tras-Os-Montes, en el noroeste del país), con sus miserias y supersticiones y sus alegrías y gozosos hedonismos.

Y, ciertamente, algo de eso hay. Alves Meira concede el protagonismo absoluto a la pequeña Salomé (a la que interpreta su propia hija, la magnética Lua Michel), que ha llegado desde Francia para pasar las vacaciones de verano en casa de su adorada abuela Avó (Ester Catalão), una extravagante mujer que asegura tener el poder de hablar con los muertos.

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Salomé vive los primeros días en una especie de arcadia feliz, correteando por los alrededores y participando en los rituales de su abuela, que la alerta de su sensibilidad para conectar con los espíritus. Una noche Salomé se encuentra a su abuela vomitando, y esta acusa a su vecina Gracinda, enemiga íntima de la familia, de haberla envenenado.

A la mañana siguiente, Salomé despierta al lado del cuerpo sin vida de Avó y todo se tuerce: la madre de Salomé llega al pueblo y los problemas económicos del clan se manifiestan por las disputas para pagar la lápida, que marcan las rencillas entre los que se marcharon a Francia en busca de un futuro (la madre de Salomé y el agresivo tío Joaquim) y los que se quedaron y han visto cómo la vida les pasaba por delante (la superficial tía Fátima y el desvalido tío Rubén, un invidente con una desbordante sabiduría de pueblo y aficionado a arrancarse a cantar en el momento más inoportuno).

Salomé, completamente desconcertada sin la presencia de su abuela, decide invocarla y su espíritu la posee, y empieza a vagar de noche por el pueblo y a ajustar cuentas con los vecinos y con su propia familia, mientras comienzan a surgir suspicacias sobre la muerte de Avó, a la que siempre han considerado una bruja.

Sí Alves Meira recurre a un naturalismo vibrante y no exento de poesía para la puesta en escena y a actores sin experiencia para aportar verdad al conjunto (de nuevo, la sombra de Pedro Costa), y aún desarrollando una atmósfera inquietante para plasmar la vertiente fantástica del filme, es la comedia, muy negra, que se encuentra tanto en su sustrato como en estallidos hilarantes (la primera aparición de Gracinda, la irrupción del pastor en el entierro), lo que finalmente se impone en un filme que nos habla del estigma que viven las mujeres independientes en poblaciones rurales condenadas a la extinción y al infortunio, con ese incendio que sirve el melancólico final del filme.

Alma viva

Dirección: Cristèle Alves Meira
Guion: Cristèle Alves Meira y Laurent Lunetta
Intérpretes: Lua Michel, Ana Padrão, Jacqueline Corado, Duarte Pina, Ester Catalão
Año: 2022
Estreno: 9 de junio