Ryan Gosling protagoniza 'El agente invisible'

Ryan Gosling protagoniza 'El agente invisible'

Cine

Ryan Gosling, un sucedáneo de Jason Bourne en 'El agente invisible'

Los cineastas Joe y Anthony Russo dejan un momento el universo de Marvel para arrancar una nueva franquicia sobre un asesino del Gobierno americano traicionado por los suyos. Poco nuevo bajo el sol, pero la película entretiene

15 julio, 2022 01:27

Estos mismos días, John Bolton, ex asesor de seguridad nacional de Trump, ha dicho que trataron de organizar golpes de Estado en Sudamérica pero no les salió bien. Autores como Chomsky o Howard Zin se han dedicado a contarnos, con toda seriedad, el amplio historial de barbaridades de los servicios secretos estadounidenses por el mundo.

La ficción, por supuesto, ha explotado a fondo esos lugares de sombra y no hay un solo espía occidental que en algún momento no se haya colocado en contra de aquellos a quienes debe proteger, James Bond, el más pulcro de todos, incluido. Triste destino el suyo, ya que, en una realidad cada vez más multipolar y compleja que supera la vieja división de la Guerra Fría entre buenos y malos, desde Bourne pasando por Jack Ryan, todos los matarifes acaban siendo víctimas de alguna manera de sus propias acciones ante un Gobierno que los utiliza para lavar los trapos sucios y los abandona cuando ya no le interesan.  

El agente invisible, basada en una novela de Mark Greaney, tiene como protagonista a Sierra 6 (Ryan Gosling), un tipo que al principio del filme es reclutado en una prisión por la CIA para que forme parte de un cuerpo supersecreto de asesinos de elite.

Acto seguido, lo vemos 18 años después en Hong Kong, adonde es enviado para matar a otro de sus objetivos. La cosa se tuerce cuando el sicario se entera de que el hombre que debe matar es uno de los suyos, Sierra 4, y decide huir con información comprometida para evitar que le pase lo mismo. A partir de aquí, comienza la cacería.

Su antagonista es un tal Lloyd Hansen (Chris Evans), un sociópata sin escrúpulos morales dispuesto a jugar muy sucio para salirse con la suya. Y ahí está Ana de Armas, otra de esas agentes invisibles que podría ayudarle, o no. 

Con un presupuesto de 200 millones de dólares, se dice rápido, El agente invisible juega a fondo con todos los clichés del género: escenarios internacionales (recorren literalmente medio mundo), escenas de acción espectaculares, muchas explosiones y un héroe infatigable pero dolido por la traición de los suyos.

Detrás de la cámara, Joe y Anthony Russo, cineastas curtidos en el género de acción con películas como Los vengadores (Infinity War y Endgame) o la saga del Capitán América (con el propio Evans de bueno).

Se nota que los directores se mueven como pez en el agua en este tipo de producciones en una película que no da respiro y cuya máxima parece ser liarla cada vez más parda. Gosling corre mucho y la pasta que ha costado el asunto se nota.

El agente invisible divierte pero no tiene la magia de otros grandes títulos similares como Misión imposible o el propio Bourne. Detrás de tanto ruido no queda muy claro qué pretenden contar los Russo que no sepamos.