Un año más llega el apasionante Atlántida Film Fest, con sede física en Mallorca, donde se celebra hasta el 2 de agosto, y sede online en la plataforma Filmin, en la que los títulos seleccionados podrán verse todo el verano. Las batallas ideológicas del continente, marcadas en los últimos años por fenómenos como el ascenso de la ultraderecha, la propagación de fake news, los sufrimientos de los inmigrantes y refugiados o la regresión democrática de los países del Este vuelven a ser protagonistas de una edición totémica de la que destacamos siete producciones (algunas son series) empezando por Stieg Larsson, el hombre que jugó con fuego, un documental de tres horas dividido en cuatro partes en el que descubrimos la encarnizada lucha del autor de Millennium contra la ultraderecha sueca.
Henrik Georgsson: Stieg Larsson: el hombre que jugó con fuego
“Pensó que sería aceptado como uno de “nosotros” por dispararles a ellos”, dice un ex nazi arrepentido que llegó a acumular 100 kilos de explosivos en su casa en este vibrante documental sobre el periodista y escritor Stieg Larsson. El entrevistado habla del insólito caso de un joven de origen latinoamericano que se tiñó el pelo de rubio (se quedó en pelirrojo) y se puso lentillas azules para hacerse skin head. Acabó matando a tiros a otros hijos de inmigrantes como él durante los turbulentos años 90, cuando los grupos de extrema derecha nórdicos dejaron el terrorismo para concentrarse en ataques por la calle o en los hogares.
Todo el mundo conoce y muchísimos han leído al escritor de la hiperpopular trilogía Millennium, protagonizada por Lisbeth Salander, una hacker solitaria y justiciera que destapa las miserias de la elite sueca. Este documental apenas trata el fenómeno editorial para centrarse en su larga trayectoria como periodista riguroso y luchador que jamás planeó publicar un éxito planetario sin precedentes.
Larsson empezó su batalla sin cuartel en los años 70, cuando todo el mundo pensaba en Suecia que los nazis eran cosa del pasado. Infatigable, se dedicó a perseguir y destapar a los grupúsculos de extrema derecha del país, que eran mucho más fuertes y numerosos de lo que se creía. Después fue testigo y notario de su evolución, desde la clandestinidad de los 70 pasando por los skin heads de los 80 y los 90 y la popularidad del “rock vikingo” hasta llegar a su ingreso en la vida parlamentaria a principios de los 2000, cuando se suben al carro del Frente Nacional francés y comienzan a ir con traje y corbata y pulir su discurso para ser “aceptables”.
Larsson era un hombre que vivía por y para trabajar, una pasión que acabó con su vida a los 50 años de un ataque al corazón. Fumador compulsivo y aficionado a la comida basura, estaba obsesionado (a veces demasiado, en la única crítica al personaje de un documental elegíaco) por su misión de destapar el “mal” tal y como lo veía. Creció con sus abuelos en el campo sueco en una niñez sencilla pero sin carencias. Luego, fue diseñador gráfico y dibujante antes que periodista y su mayor vocación fue la investigación, se pasó años haciendo esquemas y creando conexiones entre los nazis suecos y de otras partes del mundo.
Larsson dedicó los últimos años de su vida a intentar esclarecer el momento “Kennedy” de la historia sueca, esto es, el asesinato aún hoy irresuelto del primer ministro Olof Palme en 1986. Cuando murió estaba en plena investigación. Según el documental, estaba convencido de que Palme, que murió a tiros en plena calle a la salida del cine, fue aniquilado por un complot liderado por los servicios secretos sudafricanos en el que estaban implicados figuras poderosas de la ultraderecha mundial aglutinadas en torno a la Liga Mundial Antocomunista, una organización con sede en Latinoamérica que servía de tapadera a antiguos nazis.
Sacha Polak: Dirty God
Éxito revelación en Gran Bretaña, la directora cuenta la historia de una joven madre (Vicky Knight, galardonada con un Bafta) que debe reconstruir su vida después de haber sido atacada con ácido por un novio que abusaba de ella. A ritmo de pop electrónico, Polak ha obtenido un gran éxito en todo el mundo con esta película presentada en Sundance en la que vemos la lucha de una mujer por recuperar su identidad, su dignidad y la sensualidad del mundo después de haber sido sufrido un trauma inimaginable.
Thomas Heise: Heimat is a Space in Time
Presentado con gran éxito en el último Festival de Berlín, se trata de una especie de “docuensayo” de cuatro horas de duración en el que el director Thomas Heise mezcla imágenes, cartas, diarios y voces para reflejar la historia de Alemania en el último siglo con su propia familia como hilo conductor. Utilizando la correspondencia que se han intercambiado sus ascendientes, el director nos explica la historia de esos “otros” alemanes que fueron contrarios a los nazis y fueron castigados por ello. Empezando por su bisabuelo, que en 1912 escribió un manifiesto antibélico, o su abuelo, casado con una judía, pasando por su padre, que fue castigado por los fascistas a un campo de trabajo, Heise reconstruye una historia de dolor y rupturas en la que utiliza todo tipo de recursos con intención poética.
Florian Devigne: No Box for Me. An Intersex Story
Las cuestiones de género siempre merecen atención en el Atlantida y este año destaca este documental que nos acerca al desconocido mundo de las personas intersexuales. Quizá la novela Middlesex de Jeffrey Eugenides publicada en 2002 ha sido hasta la fecha la obra de mayor impacto que trata la curiosa condición biológica de estas personas que comparten características de ambos sexos. El documental cuenta la historia de Deborah y M, dos personas que nacieron intersexuales pero como sucede en muchos casos, fueron operadas para que se ajustaran a un solo sexo. Cuando maduran, inician una lucha por reclamar su condición original.
Oriol Puig: El sitio de Otto.
Tras su paso por el BCN Film Fest, se estrena online este debut de Oriol Puig que reúne a jóvenes actores catalanes conocidos por series como Merlí o Polseres vermelles que también han participado junto al director en la escritura del guión. El protagonista es Otto (Iñaki Mur), un joven pueblerino sin muchas expectativas que se siente aún más desorientado cuando muere su padre. Resignado a una vida en la provincia sin grandes aspiraciones, el extravagante Otto se plantea su futuro cuando se enamora de una joven que quiere marcharse (Joana Vilapuig).
Marc Serena: El escritor de un país sin librerías
Después de dos interesantes documentales como Tchindas (2015), sobre la escena musical de Cabo Verde, y Peces de agua dulce en agua salada (2018), sobre el autismo, el director Marc Serena estrena este trabajo dedicado al escritor de Guinea Ecuatorial Juan Tomás Avila (al parecer los colonizadores españoles dieron a la población local apellidos de ciudades españoles como Zamora o Sabadell). Como el propio título indica, Avila es el “escritor de un país sin librerías” y vive exiliado en España por su denuncia de la devastadora dictadura del longevo Teodoro Obiang. A través de sus libros, Serena cuenta la historia de esta antigua colonia española en los últimos doscientos años hasta convertirse en uno de los países más autoritarios y cerrados del mundo.
Dag Johan Haugerud: Cuidado con los niños
Gran éxito en Noruega, esta película ahonda en las divisiones políticas a partir del drama de dos familias cuya rivalidad ideológica se traslada a sus propios hijos. La tragedia sobreviene cuando una niña de trece años mata sin querer a un compañero de clase durante una trifulca. Ella es hija de un destacado miembro del Partido Laborista mientras la victimas es hijo de un político conservador.