Pepe Martín, inolvidable Edmundo Dantés
Fallece a los 87 años el actor Pepe Martín, toda una institución teatral que pasará a la historia por haberse colado a finales de los 60 en la casa de todos los españoles como 'El conde de Montecristo'
8 junio, 2020 14:51Pocos actores han estado en España tan vinculados a un papel como Pepe Martín a Edmundo Dantés. Martín tenía lo atributos perfectos para interpretar al protagonista de El conde de Montecristo cuando fue reclutado a finales de los 60 por Pedro Amalio López para rodar una serie en TVE: buena planta, una voz poderosa y una presencia entre misteriosa y de granuja redomado. Y logró un éxito total dando vida a la novela, aunque fuera en una época en la que tan solo había canal en la televisión. Tal fue el éxito que hoy, cuando se anuncia la triste noticia de la muerte del actor, fallecido en Madrid a los 87 años a causa de una patología cardiaca, todavía se le recuerda como el inolvidable Montecristo.
Nacido el 7 de septiembre de 1932 en Barcelona, Pepe Martín encaminó en un primer momento sus pasos hacia el mundo de la abogacía pero, estudiando Derecho Internacional en París, encontró un desvió más excitante: la carrera de actor. Y consiguió meter cabeza en el Teatro Nacional Popular francés, participando en los montajes de Ejercicio para cinco dedos, Largo viaje hacia la noche y Rey Lear.
A su regreso a España encontró su sitio en TVE, gracias en gran parte al éxito de El galán del bosque petrificado, de Juan Guerrero Zamora, que lo convirtió en uno de los conquistadores más famosos de la ficción españolas. De ahí a la fama gracias a Edmundo Dantés, pero también a cierta condena o maldición: la de quedar encasillado en un papel, algo contra lo que trató de luchar el resto de su carrera.
Durante buena parte de su carrera fue el primer actor de la compañía Tirso de Molina, actividad que compaginó con el cine. Entre sus producciones más destacadas estarían la serie Larra (1977), las obra de teatro El beso de la mujer araña (protagonizada junto a Juan Diego y por la que obtuvo el Permio de Interpretación de la Crítica de Bilbao) y Los abrazos del pulpo (texto de Vicente Molina Foix interpretado junto a Julieta Serrano, Lola Gaos y Javier Gurruchaga).
A finales de los 80 rodó la película Oficio de muchachos, basada en la novela de Manuel Arce y dirigida por Carlos Romero Marchent, y trabajó en la dramaturgia de una obra basada en Antonio Machado, Cartas a Guiomar, que escribió Andrés Amorós con motivo del cincuentenario de la muerte del poeta sevillano. En Finlandia rodó Amigo, camarada (Rauri Mollberg) y a comienzos de los 90 llevó a las tablas una versión de Lulú de Wedeking junto a Victoria Vera, mientras se empezaba a especializar en recitales de poesía de autores como Alberti o Gerardo Diego. Sus últimas apariciones en el teatro, disciplina de la que llevaba años retirado, serían en las obras El derribo, La caída y Don Juan Tenorio y aparecería también en películas como La conjura de El Escorial, Fuera de carta y en varios capítulos de Cuéntame.