La sensibilidad de Ballús, la ternura de 'La banda' y el imparable De la Orden
La cineasta presenta en el Festival de Málaga Staff Only, Carlos Marques-Marcet firma su mejor película y en Litus Dani de la Orden cuenta el reencuentro de varios amigos marcados por el suicidio de un miembro del grupo.
20 marzo, 2019 01:00Hace cinco años la directora Neus Ballús (Mollet, 1980) obtuvo un significativo éxito con la docuficción de La plaga, un filme en el que ofrecía un rico retrato social de la vida de la provincia catalana. Ahora la directora ha cosechado aplausos en Málaga con Staff Only, en la que aborda desde la ficción pura y dura un asunto que ya estaba presente en aquel filme: el choque y la convivencia entre distintas culturas y situaciones económicas en el mundo actual. Si entonces veíamos a una galería de emigrantes en Staff Only los protagonistas son unos turistas de Barcelona que van a pasar unos días a un resort de Senegal, uno de ésos en los que uno puede quedarse a vivir y consumir todo lo que quiere con una pulserita.
La protagonista es una joven (Elena Andrada) que celebra su 18.° cumpleaños en el país africano en compañía de su padre (excelente Sergi López), un hombre con zonas de sombra con el que no se acaba de llevar bien, y su hermano pequeño de unos 14 años. Con ganas de salir del hotel y ver la realidad del país, la protagonista se encariña del empleado del resort que hace los vídeos y se escapa con él en cuanto puede a bailar o visitar los barrios "peligrosos". Con sensibilidad, Ballús cuenta el despertar a la vida de esta adolescente inquieta para realizar un punzante comentario sobre las diferencias sociales y la posibilidad de entendimiento entre personas que vienen de situaciones y lugares muy distintos.
Otro catalán, Carlos Marques-Marcet (Barcelona, 1983), ha presentado con éxito su tercera película. Fue aquí mismo, en el Festival de Málaga, donde Marques-Marcet despuntó como cineasta con futuro con 10.000 Km (2014), película en la que contaba la relación imposible de una pareja separada por esos kilómetros del título. El mundo de la pareja es el fuerte del director. En su segundo filme, En tierra firme (2017), nos contaba la forma en que el embarazo se convertía en un obstáculo para una pareja de lesbianas en la que el donante de esperma aspira a ser algo más que eso. Ahora, el embarazo también es el tema de Los días que vendrán, en la que asistimos al proceso desde que conocen el insospechado embarazo hasta el nacimiento del bebé.
Lo mejor del filme es un reparto del que forman parte algunos de los mejores actores del cine español como Quim Gutiérrez (que está excelente y domina con su carisma la función), Alex García, Adrián Lastra o Belén Cuesta, que es una actriz con un talento natural desbordante. De la Orden es un buen director de actores y con un texto con mayor altura esa virtud brilla con más fuerza. Litus tiene un principio lleno de energía y arrojo, con diálogos chispeantes y cargados de verdad, para ir poco a poco jugando bien sus cartas hasta llegar a un final más comedido de lo que pudiera imaginarse. Es una película de público con algunos aspectos mejorables (la casa es demasiado lujosa para unos treintañeros españoles y la caracterización como chico formal de García es excesiva) pero permite descubrir a un director que comienza a dominar el medio y a tomar riesgos que hasta hace no mucho quizá le asustaban. Al final, te emocionas.
Más buen cine, en esta caso hablado en catalán como Staff Only y Los días que vendrán, pero con el característico acento valenciano. La banda es el debut en el largometraje de Roberto Bueso, y nos encontramos ante un filme con evidentes ecos autobiográficos en el que cuenta el regreso al hogar de Edu, un joven de 26 años (Gonzalo Fernández) al que conocemos abandonando una audición como músico en un conservatorio de Londres que imaginamos crucial para regresar acto seguido a su pueblo valenciano. Partiendo del clásico "volver a casa", Bueso construye una película si acaso no muy original pero en la que sí logra crear unos personajes reconocibles de carne y hueso. Retrato de la cultura valenciana, esos jóvenes de pueblo con buen corazón que se pasan la vida bebiendo cerveza forman un grupo humano creíble y verosímil. Hay corazón en este filme que permite vislumbrar en Bueso un buen futuro como cineasta.