Bernardo Bertolucci rodando Los soñadores
El director, considerado el último gran maestro del cine italiano, firmó películas Novecento, El último tango en París o El último emperador, con la que obtuvo nueve premios Óscar en 1988.
Durante su trayectoria Bertolucci, relevante figura de la cinematografía italiana de la segunda mitad del siglo XX, trató temas como el incesto en la cinta La luna (1979), el coqueteo con el fascismo en El conformista (1971), adaptación al cine de la novela de Alberto Moravia, o la intimidad sexual entre extraños en El último tango en París (1972). Esta última, protagonizada por Marlon Brando, Maria Schneider y Jean-Pierre Léaud fue considerada, por algunos, como una película obscena. Sin embargo, es para muchos la obra maestra del director.
En una entrevista en la Cinémathèque Francaise en 2013 y desconocida hasta tres años después, el director revelaba que conspiró con Marlon Brando para que Maria Schneider "no interpretara su miedo sino que lo sintiera" en la famosa escena de sexo con mantequilla. Dada la polémica que suscitó la revelación, el cineasta divulgó un comunicado: "He dicho, pero tal vez no he sido lo suficientemente claro, que decidí no informar a María del uso de la mantequilla. Queríamos que tuvieran una reacción espontánea a ese uso impropio. Algunos han creído que ella no estaba informada de la violencia contra ella. Falso. Maria sabía todo porque había leído el guión, donde todo estaba descrito".
Según el propio cineasta fueron dos sus grandes influencias. Por un lado su padre, Attilio Bertolucci, que era poeta y, por el otro, Pier Paolo Pasolini, con quien trabajó como ayudante de dirección en la cinta Accattone (1961). Tan solo un año más tarde y a la edad de 22 él mismo debutó en el séptimo arte con La commare secca, una película con guion de su mentor Pasolini.
Su primera nominación a los Óscar llegó con la adaptación de El conformista en 1972 y en 1974 fue nominado por la academia a la mejor dirección por El último tango en París. Dos años más tarde estrenó Novecento, una película con Robert De Niro y Gerard Depardieu como protagonistas filmada en dos partes y cinco horas de duración con la que desbordó los moldes del cine. Aunque fue El último emperador con la que obtuvo más galardones. Hasta nueve estatuillas consagraron al cineasta.
En el año 2007 el festival de Venecia le otorgó el León de Oro al logro de toda una vida y en 2011 Cannes le premió con una Palma de Oro Honorífica por toda su trayectoria. Un año más tarde, en 2012, tras los diez años transcurridos desde Soñadores y cuando pocos apostaban ya por su regreso a las pantallas, Bertolucci presentó en el festival de Cannes Tú y yo, adaptación de una novela de Niccolo Ammaniti, una emotiva crónica de un amor filial y adolescente. "Me dijeron que no podría volver a rodar películas, y lo más triste es que durante algún tiempo les creí. Poco a poco fui aceptando mi condición y redescubriendo mi vocación. Siempre he sentido un amor muy intenso por el cine. Pero esta vez lo he disfrutado de forma especial, ha sido como volver a enamorarme", dijo el cineasta a El Cultural entonces.