Jóvenes con la mandíbula desencajada presumiendo ante las cámaras de no haber dormido para hacer cola. Jubilados apretujados como garbanzos en un embudo que salen disparados al atravesar los tornos. Políticos paseando orgullosos por el fastuoso recinto. Algunos manifestantes contra el despilfarro llevados en volandas por la policía. Son imágenes de archivo de la Expo de Sevilla de 1992, que se mezclan con escenas de películas de zombis (cuesta notar la diferencia en algunos planos) y un narrador que habla de una operación secreta del Gobierno llamada "Vivos vivientes" cuyo objetivo era "llenar las calles de seres dinámicos, joviales, vivarachos" durante la celebración de la Expo, para promocionar aquella incipiente “marca España”. Este chorro de imágenes viene acompañado de una versión del "Final Countdown" de Europe a ritmo de cumbia. Todo muy loco. Como la propia Expo.
Todo lo anterior aparece en Cumbia against the machine, una pieza de la artista María Cañas (sobre estas líneas) que formó parte de la exposición colectiva Arte y cultura en torno a 1992 del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, y que también ejerce de tráiler de la película Expo Lío 92, una ácida y divertida parodia de las corruptelas y la desenfrenada euforia colectiva que acompañaron al titánico evento que fue símbolo del rápido crecimiento económico de un país que no sospechaba la crisis que se le venía encima. Cañas acaba de ganar con esta "videoguerrilla", como ella la llama, el premio del jurado del festival de cine Márgenes, que la ofrece de manera gratuita en su web (junto a las demás películas de la seccón oficial) hasta el 23 de diciembre.
El jurado otorgó el premio a Cañas "por reivindicar el humor y la irreverencia para hacer una potente crítica política sobre la España de hace 25 años hasta la actualidad, y convertir la lectura del archivo fílmico en algo vivo y permanente".
La apropiación, el reciclaje y la reinterpretación de las imágenes de archivo es, en efecto, la principal seña de identidad de la artista María Cañas (Sevilla, 1972). Muy reputada dentro del panorama del arte contemporáneo español, protagonizó hace unos meses una sonada polémica al descubrirse que su cartel para el Festival de Cine Europeo de Sevilla se basaba, como era de esperar para los conocedores de su trabajo, en la reutilización de una imagen de archivo. El problema es que no citó la fuente original. "Pido perdón, venga, como el rey: lo siento mucho, me equivoqué, no volverá a pasar", llegó a decir la artista.
Lo de Cañas es una postura ética y estética deliberada, como demuestra en su web animalario.tv. En este laboratorio de Frankenstein de las imágenes de archivo, la artista recompone y crea nuevas historias a partir de fragmentos rescatados de aquí y de allá. "Por favor, clickea en el ojete para entrar". Traspasada la primera barrera, su texto de bienvenida te invita a bucear en su gabinete de curiosidades si crees que "todo lo que ha quedado registrado en celuloide tiene múltiples posibilidades de remezcla" y que "hay muchas versiones de la Historia".
@FDQuijano