Blanca Portillo y Penélope Cruz en Volver
"Esto es como un estreno para nosotros, muchas gracias por venir y que la fiesta del cine continúe". Estas fueron las últimas palabras de Pedro Almodóvar en un abarrotado Cine Doré, sede de la Filmoteca Española, antes de dar paso a la proyección de Volver, película que clausuraba la retrospectiva con la que el nuevo director adjunto de la institución, Carlos Reviriego, se estrenaba en el cargo. Durante todo el mes de marzo unas 10.000 personas llenaron las butacas de la sala para disfrutar las restauraciones digitales de la filmografía del director manchego, convirtiendo el ciclo en todo un éxito. Almodóvar, en la tercera vez que comparecía en la Filmoteca, tras inaugurar la retrospectiva y participar en un coloquio tras el pase de La mala educación, se enfrentaba al público asistente bien acompañado. A su derecha Penélope Cruz y a su izquierda Blanca Portillo. Entre los tres presentaron Volver (2006), una película que no necesita presentación, ganadora de cinco premios Goya, cuatro Premios del Cine Europeo y dos premios en Cannes.El director manchego comenzó con ciertas ganas de guerra ("Es una pena que nuestro gobierno no piense en los que vais al cine", dijo) pero el resto de la intervención estuvo marcada por el agradecimiento, la nostalgia y el "buen rollo". "Quiero agradecer a la Filmoteca esta retrospectiva y sobre todo agradecer el esfuerzo del público que ha hecho cola en la calle para ver estas películas. Todo esto sin vosotros no tiene sentido, en la propia naturaleza del cine está que las películas tienen que ser vistas", explicó el director de Julieta, que además aseguró que se mantendría muy alerta de los próximos ciclos del Cine Doré para asegurarse de que mantengan viva la curiosidad del espectador.
"Volver fue para mí el rodaje más dulce que recuerdo, que no necesariamente significa que la película vaya a ser mejor porque he tenido rodajes infernales de películas de las que estoy muy orgulloso", explico el cineasta. "Pero este rodaje estuvo bendecido, incluso por los fantasmas del pueblo de La Mancha en el que rodamos. Vinieron y estuvieron satisfechos de que hiciéramos esa película". Blanca Portillo, que interpreta a Agustina, también resaltó el rodaje de la película como una de las mejores experiencias de su vida. "Para mí fue un sueño cumplido y lo viví como una niña pequeña. Era mi primera vez con Pedro y fue un desvirgamiento maravilloso. El rodaje lo tengo absolutamente vívido, pero no en la memoria sino dentro del corazón", explicó la actriz. "Este personaje me enseñó muchísimo, me hizo mejor persona, y cuando leí el guión pensé que era la película más bella y hermosa que jamás se había escrito".
El director manchego aseguró que la referencia principal para esta película fue el neorrealismo pero que una vez que Penelópe Cruz aceptó el papel la referencia pasó a ser ella misma. "Ella dio vida a esa madre omnipotente, todopoderosa, con una capacidad de lucha ilimitada, un personaje que extrañamente no había dado el cine español previamente", opina Almodóvar. "Aquí los cineastas hasta hace nada eran más bien tímidos a la hora de hablar del papel de la ama de casa, más allá de las interpretadas por grandísimas actrices como Rafaela Aparicio o Florinda Chico. Pero el cine español no había presentado a la atribulada ama de casa con muchísimos problemas pero también con deseo". Sin ánimo de enmendar la plana a ningún director, Almodóvar sí que defendió a la actriz como la Sofía Loren o la Anna Magnani española y recordó que tuvo que añadirle glúteos postizos. "Siempre he identificado el optimismo y la fortaleza con un buen jamón".
"Casi estoy viviendo más emoción hoy que el día del estreno", explicó Penélope Cruz. "Para mí también fue el rodaje más mágico y especial. Todo parecía salir solo, pero es que Pedro hace que las cosas parezcan fáciles. Nunca nos dejaba solas y no dejábamos de aprender. Desde el día que me llamó para interpretar a Raimundo hasta el día que ves la maravilla que compone, pasando por todo el proceso… Me siento afortunado en todos los niveles de tenerlo en mi vida". La actriz también recordó que decidió ser actriz tras colarse con 13 años en un cine en el que proyectaban Átame y dedicó el pase a Chus Lampreave.
"No había hablado de esto públicamente pero el hecho de no haber podido despedirme de Chus hace que tenga la impresión de que todavía está entre nosotros", explicó el director. "Muchas veces me encuentro pensando en que tengo que llamarla o hacer algo con ella". Por último Almodóvar se adentró en el tema de los recuerdos para explicar de dónde procedía la idea de la película. "Al principio de este siglo tome conciencia del tiempo. Cumplía 50 años y por primera vez miré atrás. Nunca antes había mirado a mi infancia, supongo que deliberadamente porque no me gustaba en absoluto. Pero pensé que era el momento de pensar en ella, aceptarla y reconciliarme con ella". De ahí salieron La mala educación, que refleja la terrible experiencia de su paso por los colegios salesianos y franciscanos y esta Volver. "Volver corresponde a mi mejor educación, a aquella que me dieron mi madre, las vecinas, mis hermanas… Y me reconcilió con algo que en ese momento me daba mucho miedo pero que después he tenido la ocasión de experimentar en sentido contrario: la relación de los manchegos con la muerte. Me llevó 50 años reconocer y admirar la naturalidad con que mis paisanos tratan todo lo relacionado con la muerte".
@JavierYusteTosi