Jake Gyllenhaal en un momento de la película.
A Jake Gyllenhaal siempre se le ha dado bien hacer de perturbado, veamos la reciente Enemy, y en Nightcrawler da vida a un perturbado "glorioso": un pobre hombre al que le dan con la puerta en las narices en todos los trabajos que sueña con ser una estrella en una ciudad que se presta a estos sueños como Los Angeles. Películas míticas como aquella El gran carnaval (Billy Wilder, 1951) en la que Kirk Douglas interpreta a un periodista en apuros que arriesga la vida de un pobre hombre para tener una mejor noticia o Network. Un mundo implacable (Sidney Lumet, 1976) ya nos acercaron al siniestro reverso del periodismo sensacionalista y Nightcrawler se apunta a esa ola para contarnos la degradación de su protagonista.Testigo involuntario de un accidente, Gyllenhaal descubre el submundo de los reporteros free lance de Los Angeles que alimentan noticieros y programas escabrosos con escenas de accidentes, muertos o espectaculares batallas policiales. Se trata de llegar antes que nadie y de obtener las mejores imágenes. La película es el debut en la dirección del hasta ahora guionista Dan Gilroy, autor de los libretos de Apostando al límite o El legado de Bourne. Dice el director: "Creo que es una realidad que en los altos niveles de dirección y de poder te encuentras a muchos sociópatas. Son personas como mi protagonista, que han perdido todo contacto con lo humano y solo piensan en triunfar. Gente sin amigos a la que no le preocupa el alcance de sus decisiones".
Los Angeles, la ciudad de los paparazzi en que las estrellas sufren persecuciones sin fin, es el escenario de un filme en el que su ambiente turbio y degradado nos lleva a las novelas de Raymond Chandler o James Ellroy, ese submundo plagada de buitres y personajes dudosos donde el crimen es una realidad. "Muchas veces se retrata Los Angeles como un lugar desértico y nosotros queríamos mostrar otro aspecto de la ciudad más bullicioso y eléctrico", ha dicho Gilroy, quien también dirige a su propia mujer, Rene Russo, como maléfica directora de una televisión adicta al escándalo. "Son gente como Rupert Murdoch, entienden a la gente como un león a una gacela".