Matthew McConaughey y Anne Hathaway en Interstellar.
Dice que es su película más esperanzada. El director de la trilogía de El caballero oscuro, creador de culto de obras como Memento, se sumerge en la ciencia-ficción de aventuras con Interstellar, un ambicioso proyecto que Spielberg trató de dirigir años atrás. Protagonizada por Matthew McCounaghey, es su película más espectacular.
La operación pasaba por encargar una película de acción multimillonaria a un director con fama de artista para huir de las convenciones del blockbuster. El personaje del hombre murciélago en cualquier caso se ajustaba a la perfección al universo de un cineasta que había destacado por retratar e indagar en las perversiones de la psique humana a partir de protagonistas masculinos torturados: un escritor sin éxito en Following, un hombre sin memoria en Memento acusado de asesinato y un policía con trastornos delirantes en Amnesia. Una galería de tipos torturados a la que ahora se añade Matthew McCounaghey en Interstellar, la más grande de las películas de Nolan hasta la fecha, una fantasía espacial en la que un héroe sale al espacio para salvar al mundo dejando a sus hijos sin madre en la Tierra no muy seguro de si volverá a verlos. Se trata, dice el director, de recuperar el espíritu de las películas familiares de los 80 (Spielberg, quien quiso hacer esta película muchos años atrás, como referente ineludible) en las que grandes y nobles sentimientos acompañan a una aventura de aquellas más grande que la propia vida.
Interstellar, con un presupuesto cercano a los 200 millones de dólares, es la película más espectacular de Nolan y, además de McCounaghey como nuevo héroe torturado en la nutrida galería del director, yiene a Jessica Chastain, Anne Hathaway, Michael Caine y Matt Damon completando el reparto. No solo eso. La tortura podría llegar a su fin. "Esta es su mejor película porque significa la convergencia de sus logros en todo este tiempo en una sola obra", nos cuenta en un encuentro en Los Angeles Emma Thomas, esposa del cineasta y productora de Interstellar, así como de las otras películas del británico desde los tiempos de Doodlebug, un cortometraje que realizó en la escuela. "Al mismo tiempo es muy distinta porque es la que tiene más esperanza en ella. Las anteriores películas miraban hacia dentro y ésta mira más afuera. Nolan tiene un historial de filmes que indagan en la psicología humana y esta trata más sobre la experiencia compartida de ser humano. A veces me dicen si se parece a Origen (2010) porque ambas son ciencia ficción, pero en realidad son exactamente lo contrario". Han pasado casi veinte años, pero la productora asegura que "se mantiene un espíritu casi familiar. Nuestros hijos forman parte del equipo de rodaje, están siempre con nosotros". También nos cuenta que llevan años buscando un proyecto pequeño pero siempre acaban con uno grande.Quería hacer algo que trate sobre qué somos y dónde estamos como seres humanos", C. Nolan
En realidad, hace tiempo que Nolan está más allá del bien y del mal. Como las grandes leyendas, ha rehusado las entrevistas promocionales para revelar detalles sobre la que se calibra como su obra magna. En un raro encuentro con fans en la feria Comic-con el pasado verano, el director sí desveló alguna de sus intenciones: "Durante un tiempo la etiqueta película familiar no tenía una connotación peyorativa. Con Interstellar he tratado de lograr un tono en el que llevo pensando mucho tiempo porque me gustaría ver más filmes que se dirijan a una audiencia amplia. Quería hacer algo que trate sobre qué somos y dónde estamos como seres humanos y sobre todo hasta dónde podemos llegar".
Crisis alimentaria
Matthew McConaughey en una imagen de la película
Como proclama ecologista que también es, Interstellar, de hecho, se sitúa plenamente en la avalancha de películas apocalípticas del cine reciente al plantear un futuro cercano en el que una Tierra desolada se enfrenta a una grave crisis alimentaria. En ese contexto, la misión de McCounaghey será encontrar otro planeta en el cosmos en el que los terrícolas puedan habitar. Si en Origen demostraba los increíbles avances de la tecnología digital, en Interestellar se ha procurado que los efectos por ordenador sean los mínimos y Nolan ha construido enormes sets para que el público "pueda vivir de una manera más realista esa aventura".Con un guión que vuelve a firmar con su hermano Jonathan, Interstellar pretende combinar el atractivo para todos los públicos con una lección de ciencia pura y dura. Inspirada en las controvertidas teorías del físico californiano Kip Thorne y muy particularmente sus ideas sobre los "agujeros gusano", una especie de atajos en el espacio que permiten viajar a través de ellos recorriendo distancias inasumibles para el lapso de tiempo de vida humano, Jonathan llegó a estudiar la teoría de la relatividad en la universidad para que la historia fuera verosímil en los tiempos en que escribía el guión de la película por encargo del primer director interesado, Steven Spielberg.
Interstellar se postula también como reivindicación de la voluntad frente al más aciago de los destinos y de la vigencia del heroísmo en su versión hollywoodense. Sus imágenes nos alertan sobre los peligros y males a los que se enfrenta una humanidad que ha abusado de los recursos naturales y devastada por la codicia: "Hace muchos años que vivimos en Estados Unidos", explica Thomas, "y hay una cosa que me gusta de este país y es esta actitud de que todo es posible si te esfuerzas y le pones ganas. Por muy complicado o lejano que parezca el objetivo, existe esa capacidad para soñar. Este es un momento duro para la humanidad, y creo que películas como Interstellar puedan jugar un papel importante devolviendo un poco de esperanza. Esa es la intención". Salvar el mundo y cuidar a la familia al mismo tiempo no es fácil, pero en Hollywood todo es posible.