Maria Sole Tognazzi: "La independencia es algo por lo que todavía luchan muchas mujeres"
La cineasta italiana, hija de Ugo Tognazzi, estrena Viajo sola, una fábula contemporánea sobre las ventajas de la soledad.
1 agosto, 2014 02:00Maria Sole Tognazzi
Viajo sola aborda un tema tan moderno como el de la soledad a partir de una mujer que ha decidido no tener familia y dar vueltas por el mundo y lo hace dándole la vuelta a los tópicos. La protagonista de esta película italiana no sufre como el Joaquin Phoenix de Her por la falta de compañía y disfruta con su trabajo como inspectora de hoteles de lujo. Un trabajo que la mantiene viajando todo el día y la aleja de una vida convencional hasta que un día, en sus 40, se plantea si no se habrá equivocado. La cineasta Maria Sole Tognazzi, hija del ilustre actor Ugo, nos propone una fábula contemporánea que ha triunfado en Italia en el que quizá estar solo tampoco está tan mal, además de explayarse sobre los míticos tiempos de su padre, con quien mantuvo una relación distante y afectuosa que refleja en su documental Ritratto di mi padre.Pregunta.- El de la protagonista es un personaje cada vez más presente. Cada vez hay más solteros, es una cuestión estadística.
Respuesta.- Esta película refleja una realidad y es también una cinta muy personal aunque yo haya tomado otras decisiones que las de la protagonista. Quería hablar de la soledad de una mujer desde otro punto de vista porque siempre se veía como una cuestión problematica o como una gran ejecutiva desbordada de trabajo, pero todo eso son cliches. El personaje de Irene no es una ejecutiva, esos inspectores de hoteles de lujo tienen un sueldo normal, no muy alto, y el verdadero lujo de sus vidas es poder estar en estos hoteles tan hermosos que no podrían permitirse con su sueldo. No es la mujer que ha renunciado a su familia por su profesión, es más sencillo, no tenía una necesidad tan fuerte de formar un hogar y tener una vida estable. Es casi al revés, ha elegido este trabajo porque es así, no es así por culpa del trabajo.
-Hace tiempo esa solitaria hubiera sido un personaje muy extraño y hoy nos parece más frecuente, ¿cree que la sociedad acepta sin problemas la soltería femenina?
-Es indudable que cada vez son más las mujeres que llevan una vida distinta. La independencia entendida como tener una vida que no depende del hombre o al servicio de la familia es algo por lo que luchan muchas mujeres, casadas o solteras. Han pasado muchos años y el papel de la mujer ha cambiado mucho en la sociedad, pero a una mujer que esta sola porque lo ha elegido se la sigue mirando con cierta sospecha. Todo depende del país en el que vives o el medio social pero todavía existe ese recelo.
-De todos modos, lo que vemos es un momento de crisis para ella. No está tan segura de haber acertado.
-Es un momento en el que se replantea si ha tomado las decisiones adecuadas. En la vida de todo el mundo hay un momento en el que te pregunats si has hecho bien. Ella recibe presiones de su familia, de su antiguia pareja... es normal que se pregunte si quizá tiene razón el mundo y se ha equivocado, si tendría que haber seguido otro camino... Pero no hay una curva del personaje, no es una mujer que empieza sola y deprimida y al final vuelve con su ex y tiene un hijo. En una película más convencional habría ocurrido esto. Viajo sola empieza y termina de la misma manera y eso es un riesgo porque quizá el espectador puede esperar que ocurra algo drástico.
-Se queda como está pero sí hay un cambio, se reafirma en lo que es.
-Es un cambio de conciencia, no de idea, porque la mantiene. Ha hecho las cuentas y ha considerado lo que le vale la pena.
-Es también una crisis de madurez.
-No es una mujer de 28 años que puede cambiar de vida y es más sencillo. Me interesaba hablar de una mujer que ya ha elegido, es una persona madura y la suya es una decisión ya tomada, no es una persona que se encuentra en la posibilidad de cambiar de idea.
Una imagen de Viajo sola
-Es curioso ese contraste con la hermana casada, tan despistada y desastrosa.-Conozco a alguna madre que se va olvidando a sus hijos... Me gusta el contraste, se supone que una madre es muy responsable y ordenada y la otra más bohemia pero se cambian los papeles porque la meticulosa es la soltera. Es un juego.
-La idea del viaje también es muy contemporánea, viajamos más que nunca.
-Ha cambiado el modo de viajar, el propio concepto. Se viaja mucho más hoy. Se cogen muchos más aviones. La gente se organiza los viajes por su cuenta. Hoy el viaje no son vacaciones, es un modo de conocer, de tener curiosidad por el mundo. Incluso el turismo es distinto. El turista de toda la vida sigue existiendo pero sobre todo los jóvenes conciben sus viajes de una manera más libre.
-La protagonista es una nómada absoluta, ¿cómo nos afecta estar siempre en un sitio distinto?
-Hay una escena de la película que me parece muy graciosa cuando se despierta de repente y no sabe dónde demonios está. Cuando cambias tanto de sitio y de ciudad eso pasa. Yo misma esta noche me he despertado y ha habido un momento que no recordaba que estoy en Madrid porque estoy en una época muy viajera. Es una cosa muy hermosa pero que da un poco de miedo.
-Viajo sola podría ser el reverso de Lost in translation donde la habitación de hotel es un lugar para la trágica soledad.
-Ojalá mi película fuera tan buena como esa. Pero sí, es muy distinto. Yo trato de desdramatizar cosas que en otras películas se cuentan como terribles.
-¿Cómo fue crecer en el mundo del cine siendo hija de Ugo Tognazzi?
-Un poco traumatico porque casi nunca estaba aunque cuando estaba era un hombre simpatiquísimo. Tuvimos una relacion un poco extraña y por eso hice el documental. El mundo del cine sí estaba muy presente en mi infancia, yo lo odiaba por supuesto.
-¿Y cómo terminó dedicándose a él?
-Fue a los 18 años, mi padre murió, yo estaba pasando por una serie de circunstancias que me habían hecho madurar y sencillamente tenía que ganarme la vida. Prácticamente las únicas personas que conocía hacían cine así que fui llamando las puertas porque tenia que trabajar en lo que fuera. En ese momento no tenía ninguna ambición de ser directora pero luego en un plató entendía que me movía bien porque me divertía y tenía una gran intuicion con los actores así que terminé por ser una directora aunque no era el objetivo final.
-¿Es muy distinto el cine de hoy al de entonces?
Ese fue un universo cinematografico que ya no existe. Pienso en figuras como Marco Ferreri que era mi padrino y en películas que hizo con mi padre como La gran comilona (1973), muy modernas en su época, era un cine que atacaba los convencionalismos. Era un tiempo en el que la gente del cine estaba muy unida, recuerdo a Bertolucci, a Moniccelli o a otros más jóvenes como Etore Scola. Entonces había un sentido de colaboración entre actores y directores que hoy no existe.
-Parece que el cine italiano está viviendo un nuevo momento de esplendor. -El cine como tantas otras cosas sigue el recorrido histórico y políico del país. Los años 80 fueron un desastre y produjeron en los 90 un cine muy malo. En el 2000 ha habido un renacimiento, una renovación efectiva y hemos salido del desierto.