Image: Ulrich Seidl: La idea del paraíso no es un concepto meramente turístico

Image: Ulrich Seidl: "La idea del paraíso no es un concepto meramente turístico"

Cine

Ulrich Seidl: "La idea del paraíso no es un concepto meramente turístico"

El director austriaco disecciona cómo surgió la idea de la trilogía que trata la búsqueda de la felicidad de tres mujeres en etapas diferentes

23 agosto, 2013 02:00

Ulrich Seidl. Foto: Eloy Alonso

Pocos directores pueden permitirse el lujo de estrenar tres películas seguidas y acaparar una atención máxima en cada una de ellas. Muy democrático, Ulrich Seidl ha presentado los tres títulos de su tríptico Paraíso en Cannes, Venecia y finalmente Berlín, donde pudimos entrevistarlo. Este austríaco con un aspecto mucho más pacífico y amigable que su fama de polemista retrata en Amor (ya estrenada), Fe (23 de agosto) y Esperanza (30 de agosto) a tres mujeres de distintas generaciones en su busca, a veces desesperada, de la felicidad. Si en Amor una señora madura viaja a Kenia para relacionarse sexualmente con negros locales y en Fe su atormentada hermana inicia un conflictivo viaje espiritual, en Esperanza vemos a una chica joven que asiste a uno de esos diet camps, o campamentos especializados en dietas, programados para adolescentes obesos. El director explica su particular método de trabajo basado en una mezcla entre disciplina e improvisación.

Pregunta.- ¿Cómo surge la idea de una trilogía?
Respuesta.- La decisión de hacer tres películas se tomó en la mesa de montaje. Tenía más de 90 horas de material grabado. Una sola película habría durado seis horas, pensé que podrían ser dos pero seguía siendo demasiado largo. Una película realmente comienza a existir en la sala de montaje, ahí es donde tomas las decisiones definitivas y suele ser muy distinto a lo que habías planeado originalmente.

P.- ¿Tanto se transforman sus proyectos a lo largo de todo el proceso?
R.- El guión es solo un punto de partida para la película que quieres hacer, sirve para conseguir los fondos, organizar la logística y hacer toda la preparación. Cuando comienzas a tener las localizaciones, los actores, las cámaras... Todo cambia. Por eso es tan importante improvisar, y eso solo lo puedes hacer cuando tienes una gran preparación, cuando sabes cómo es tu personaje. Por una parte, debes tener una noción muy clara de lo que estás haciendo y, por la otra, debes dejar un margen para que la suerte y la coincidencia cambien los planes.

P.- ¿Está de acuerdo con la idea de que no siente ninguna compasión por sus personajes?
R.- Cuando planteamos estas películas, todo trata sobre temas que me afectan profundamente y me conmueven. Por ejemplo, en la tercera parte, vemos a esta chica joven enamorada de su profesor y hay un elemento relacionado con Lolita pero también la impresión que me produjeron las imágenes de los diet camps. Hay mucho humor en todo ello y si parece que no hay ninguna compasión, quizá es porque yo soy así.


Escena de Paraíso: Esperanza

P.- ¿Le afecta la reacción airada que muchas veces provocan sus películas?
R.- Todas mis películas han funcionado. Es fundamental que sean exactamente como yo quiero que sean. He recibido muchas críticas a lo largo de mi vida y nunca he dejado que me afecten más de lo necesario. En el caso de esta trilogía, tenemos a tres mujeres en etapas muy distintas de su vida y suceden cosas muy distintas. A veces siento que se crea una bola de nieve desde que se pasan en los festivales, crecen y crecen y después cuando la gente va a verlas se da cuenta de que no son tan escandalosas como se ha escrito. Por otra parte, no veo nada de malo en la controversia, es positivo que se genere un debate alrededor de lo que has hecho.

P.- La noción de Paraíso da coherencia a la trilogía de una forma sutil, ¿Qué significa para usted?
R.- Los tres filmes en realidad tratan sobre la búsqueda de la felicidad de estas tres mujeres, esa felicidad la podemos definir de muchas maneras: amor, atención, afecto, autoestima, comodidad... El paraíso es un símbolo del deseo. No hay ninguna ironía en ello, la idea de paraíso puede parecer un concepto meramente turístico pero vemos cómo se refleja de distintas formas, a través de la fe, o del deseo.

P.- En la tercera parte, vemos un diet camp, ¿quería expresar alguna forma de patetismo?
R.- Prácticamente montamos un campo de dietas virtual con más de veinte chicos, personal cualificado con experiencia en este campo... Era muy importante que los personajes se mantuvieran dentro del personaje y en esa atmósfera, especialmente cuando trabajas con actores tan jóvenes. Este tipo de diet camps no existen en Austria exactamente así, pero sí como concepto. Hay muchos métodos para tratar los desórdenes alimentarios, con un programa de alimentación, deporte y etc. Se trata de buscar la verosimilitud. Vi una serie de imágenes de un diet camp en Estados Unidos y me impactaron mucho. A la hora de plantear un tercer personaje debía ser más joven, y esa lucha por tener un cuerpo envidiable se adapta perfectamente a su edad, a su noción de la felicidad.