Geoffrey Enthoven



Ganadora, por sorpresa, de la Espiga de Oro en el Festival de Valladolid de 2011, Hasta la vista, del cineasta Geoffrey Enthoven (Wilrijk, Bélgica, 1974), es una rara avis dentro de la cartelera. Rodada en flamenco (de Flandes, no el de Carmina o revienta), la película propone un tema poco transitado como es el de la sexualidad en los discapacitados. Un grupo de amigos con diversos grados de paraplejía se dispone a ir al sur de España para perder la virginidad en un puticlub especializado en personas discapacitadas. Tratar el sexo con personajes como estos no es lo más habitual -ahí está sin embargo Albert Espinosa y otros- pero Enthoven no se centra en lo escabroso o lo puramente sexual si no en el aspecto romántico del asunto. Entretenida, a ratos tierna y a otros un tanto empalagosa, está en la estela de Intocable con su visión "políticamente incorrecta" a la par que amable de la discapacidad.



Pregunta.- Hacer una pelicula como ésta no es fácil, el tema es complicado y es sencillo caer en el sentimentalismo.

Respuesta.- La idea era hacer una comedia y ser fiel a ese planteamiento. Lo que más me sorprende cuando he conocido a discapacitados es que, a pesar de sufrir una tragedia, son los primeros en reírse de lo que les sucede. Tienen un humor muy negro que se acentúa aun más cuando hablan de temas como ligar o el sexo. Lo que sucede es que son chistes que solo hacen entre ellos o si tienen mucha confianza contigo porque es algo parecido a reirte de tus padres: solo puedes hacerlo con tus hermanos. Los discapacitados son los héroes perfectos porque en seguida sabemos que tienen un problema y que van a pelear contra el sistema. A partir de aquí, yo lo veía como una película de aventuras en las que el tesoro que buscan estos chicos es encontrarse con las putas.



P.- ¿Cómo llegó a interesarse por ese mundo?

R.- Todo surgió cuando tenía 20 años, estuve de Erasmus en Inglaterra e hice un documental sobre una mujer que tenía una enfermedad en que los músculos iban siendo cada vez más débiles. Normalmente la gente no vive más de 15 años pero ella ya tenía 30 y estaba escribiendo un libro sobre su experiencia. Ella era una mujer muy vital, muy rock and roll. Después, haciendo esta película al principio buscábamos actores que fueran discapacitados pero me di cuenta de que era mejor con actores profesionales, pero es una continuación del trabajo que empecé entonces.



P.-¿Cree que el sexo y la discapacidad siguen siendo un tabú?

R.- Por supuesto que sí. Hemos querido tratarlo con mucha naturalidad y es absurdo que alguien se escandalice. De todos modos es mucho más importante el viaje que el objetivo de acostarse con las prostitutas. El deseo sexual va más allá de lo meramente físico, tiene que ver con lo más profundo y más intenso del ser humano. Todos tenemos derecho a sentirnos deseados, a sentir que podemos gustar.



P.- ¿Existe ese burdel español especializado en discapacitados?

R.- No exactamente pero me consta que sí hay algunas prostitutas que están especializadas en este asunto. No es difícil imaginar que haya un burdel que es más agradable para estas personas que otro. De todos modos, yo no quería hacer una película sobre la prostitución, por su parte existe una idealización de lo femenino mucho más romántica. Lo que sí tiene sentido es que esté en España porque España es el paraíso en el imaginario de todos los belgas.



P.- Es muy poco común ver una película hablada en flamenco. ¿Cuál es la situación del cine en Flandes?

R.- Muy precaria. Los flamencos vemos películas francesas constantemente pero al revés eso no sucede y muchas veces la realidad es que produce un cierto rechazo. Recuerdo, por ejemplo, en una estación de esquí que pasamos la película y me lo tomé como un test a cómo podía funcionar la película con los franceses. Estaba todo el mundo en silencio absoluto y yo estaba asustado porque nadie se reía en los momentos que tocaba. Al final la gente prorrumpió en un gran aplauso y cuando pregunté porque no habían reído me contestaron que habían estado tan atentos leyendo los subtítulos que no podían hacer más.



P.- ¿Cree que el éxito masivo de Intocable le hace las cosas más fáciles o que la gente dirá que ya ha tenido suficiente?

R.- No lo sé. Lo que demostró Intocable es que una película con un discapacitado puede tener éxito, a mí me costó muchísimo encontrar la financiación. La película ha ido muy bien en Bélgica donde ya es el filme hablado en flamenco más exitoso de la historia y también en otras partes pero cada país es un misterio, no sé lo que va a pasar.



P.- No puedo evitarlo, comparte el mismo apellido que el filósofo Raphael Enthoven, padre del primer hijo de Carla Bruni. ¿Ha visitado mucho el Elíseo?

R.- No, no. Los Enthoven somos una gran familia y solo nos reunimos una vez cada diez años. Ese niño es pariente mío pero lejano.