Image: Tarantino

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Cine

Tarantino

“La serie Z es la fusión perfecta entre sinceridad y sensacionalismo”

26 julio, 2007 02:00

El próximo 31 de agosto, Quentin Tarantino estrena Death Proof, tras pasar por el último Festival de Cannes provocando disparidad de opiniones. Con este filme, el director estadounidense más influyente de su generación crea su tributo más apasionado a las películas de serie Z. El Cultural tuvo oportunidad de charlar recientemente con el cineasta sobre una de sus obras más polémicas y radicales.

Durante los años 70 y 80, un joven Quentin Tarantino (Knoxville, Tennessee, 1963) devoró en los cines baratos de sesión doble llamados "Grindhouse" todo tipo de películas exploitation (terror, ciencia-ficción barata, rebelión juvenil, persecuciones a través de polvorientas carreteras, acción asiática e historias que involucraban a enfermeras o mujeres mórbidas con poca ropa), producciones independientes que garantizaban más violencia, sexo y desnudos que el cine comercial. Entonces, se consideraba un estudiante del género. Hoy, es todo un "connoisseur". Como tal, compareció en el último Festival de Cine de Cannes a competición con Death Proof, un rendido homenaje a aquel cine. Tanto es así que en Estados Unidos la película se estrenó en doble programa bajo el título genérico de Grindhouse junto a Planet Terror, de Robert Rodríguez, que llegará a España el 3 de agosto. El Cultural habló con el genio de Tennessee, ganador de la Palma de Oro con Pulp Fiction (1994) y autor de filmes tan populares y reputados como Reservoir Dogs (1992) o Kill Bill (2003), de diversos aspectos de Death Proof y de esos géneros populares a los que tanto partido sabe sacar.

-Robert Rodríguez y usted vuelven a verse las caras en un proyecto tras Four Rooms, Abierto hasta el amanecer o Sin City. ¿También compartieron desde el principio su fascinación por la estética de la serie Z?
-No del todo, pero durante los últimos doce años le he estado atiborrando de películas como Rock All Night o White Lightning. Tengo una colección bastante completa y un pequeño cine en mi casa, así que hemos pasado muchas horas allí. Como introductor debo de haber tenido bastante éxito ya que fue él quien tuvo la iniciativa de que rodáramos esta sesión doble juntos.

-Han logrado una copia exacta de aquel cine, con sus copias defectuosas, bobinas perdidas, espectadores tardones o trailers cutres...
-¡Fue parte de la diversión! Hay un momento en que no se distingue si es un homenaje o verdadera incompetencia por nuestra parte (carcajada). Rodar fue una fiesta, pero la sala de montaje fue lo mejor.

Adrenalina sin efectos especiales
-¿Cuál sería su definición de una película de Serie Z?
- Cine en estado puro. Y la fusión perfecta entre sinceridad y sensacionalismo. Hay que ver muchas hasta encontrar las joyas. Es como beber la suficiente leche hasta que te guste la nata. Hay películas elegantes como Yo caminé con un zombie o miniaturas que son gemas como D.O.A.. Y hay muchos "autores" que afilaron sus colmillos en sus comienzos en el "pulp" y me refiero a Walter Hill, Martin Scorsese, Kathryn Bigelow, Monte Hellman, Anthony Mann, Budd Boetticher, Jonathan Demme o John Sayles. Así que el que esté exento de culpa... que tire la primera piedra.

- ¿Recuerda las primeras sesiones que vio en un Grindhouse?
- Películas de Godzilla, comedias sexuales italianas y alemanas, los thrillers de Edgar Wallace, filmes de horror españoles (Tarantino es desde hace años un confeso admirador de Jess Franco), blaxploitation, producciones de kung-fu...

-Elija tan sólo un título.
- Faster Pussycat Kill! Kill!, la obra maestra total de Russ Meyer.

- Death Proof es básicamente una feroz persecución entre dos carros "vintage". Ni John Frankenheimer o William Friedkin lo superarían.
- Soy un apasionado de las persecuciones de coches... pero ya no son lo que eran. Desde que entraron los efectos digitales, carecen de sentido, no provocan emociones, tensión, adrenalina... La gran última persecución fue la de Terminator 2 por el canal seco de Los Angeles. Por eso, en Death Proof, todo es auténtico, no hay ni un solo efecto.

-La actriz Zoe Bell aguanta toda la carrera en el capó del coche.
- Nunca fue doblada. Zoe fue su propia doble de acción.

-El aspecto de las actrices emula al de los filmes de "sexploitation"
- Absolutamente, y hubo algunas con cualidades de estrella. Recuerdo a Candice Rialson, que murió el año pasado. Eran todas ultrasexies, con unos cuerpos perfectos para quitarse la ropa. Cuerpos y espíritus de amazonas. Y con mucho sentido del humor.

- Grindhouse fue una de las películas más esperadas en Estados Unidos. Sin embargo, la crítica se mostró dividida y el resultado de taquilla (25 millones de dólares) se ha quedado lejos de ser un taquillazo. ¿Se ha sentido decepcionado?
- Digamos que la primera semana no terminó de arrancar. Pero creo que funcionó de maravilla con el público. Vi la película de incógnito por diversas áreas de Los Angeles y la gente se reía y aplaudía. Tengo mis dudas acerca de si la gente quería ver realmente dos producciones al precio de una entrada. Escribí una película larga y tuve que reducir el guión para que entrara. El trabajo que presenté en Cannes es el que se estrenará en España, con 30 minutos más. Es un filme nuevo al que le sucederá algo diferente. Yo, en cualquier caso, estoy muy orgulloso de cómo ha quedado.

Death Proof es un vehículo para el lucimiento de Kurt Russell. A sus 56 años todo tupé, amenaza y actitud con su coche asesino, interpreta a un triturador de jovencitas. Pero el cazador se verá perseguido letalmente por cuatro potenciales víctimas a velocidad de vértigo por las polvorientas carreteras que rodean a Austin, Texas. Le acompañan en el reparto las muy estimulantes Rosario Dawson, Zoel Bell y Rose McGowan. Como es frecuente, el propio Tarantino se reserva un pequeño cameo como camarero.

- Es una de las mejores intrepretaciones de Russell, que fue actor fetiche del gran John Carpenter.
- Sin embargo, no escribí pensando en él. A veces, escribo con un actor en la mente y si no puede trabajar conmigo es una frustración. Aunque a veces opera en un sentido diferente. Creé el personaje de Stuntman Mike pensando en el Mickey Rourke sensacional de Sin City. Quedamos, nos caímos bien, pero el trabajo no resultaba. Le recuerdo que el Vincent Vega de Pulp Fiction lo escribí para Michael Madsen y lo acabó haciendo Travolta. O el Bill de Kill Bill iba para Warren Beatty y lo bordó David Carradine... Cuando el actor que tenía previsto no puede, a veces el resultado es un trabajo más libre, al tener que hacerlo en una dirección totalmente opuesta.

- Russell es un actor icónico.
- ¡Ya lo creo! Fue el Snake Plissken de Escape de Nueva York, MacReady en La cosa y Jack Burton en Gran golpe en la pequeña China. Pero hay toda una generación que no le ha visto en esos clásicos y que sólo le percibe como un actor de filmes más blandos. Yo quería que fuera la amenaza de nuevo ¡y por San Jorge que lo es!

"Euro horror"
- Usted y Rodríguez no han sido los únicos directores involucrados en el proyecto. Eli Roth, Edgar Wright y Rob Zombie también han participado dirigiendo tres divertidísimos trailers. ¿Qué puede contarnos?
- Edgar ha hecho una pieza que denominaríamos "euro horror", algo con un toque Estudios Hammer. Me encantó su Amanecer de los muertos y contó con sus actores fetiche, Simon Pegg y Nick Frost. Edgar creció viendo programas dobles y trailers porque sus padres preferían dejarle en un cine con su hermana a pagar a una niñera. Eli, por su parte, adoptó un estilo años 80 y nos avanza la historia de un niño que ve algo horrible durante la cena de acción de gracias y de mayor, cada vez que ve un pavo se vuelve loco. No puedo dejar de ver a ese monstruoso pavo gigante con cabeza humana. ¡Me vuelve loco! Finalmente, Rob Zombie llegó a rodar hasta media hora de metraje.Tuvo a Udo Kier y a Nicolas Cage disfrazados de Fu-Manchú. ¡Podría haber hecho una película completa!

Planeta Rodríguez

La fama cósmica de Tarantino está eclipsando en parte a Robert Rodríguez, impulsor de Grindhouse y director de Planet Terror, que en Estados Unidos se proyectaba antes que Death Proof. En su película, el cineasta de origen mexicano también homenajea a la serie Z pero desde el género de los zombies. Lo hace con una verdadera orgía de sangre y restos humanos protagonizada por una chica salvaje que se coloca una metralleta donde antes tenía una pierna. Con mucha más acción que la película de Tarantino (que se acerca, a ratos, a una pieza de cámara), Rodriguez vuelve a demostrar su talento para el pastiche kitsch dirigido con ritmo e ironía. Bruce Willis y Rose McGowan lideran el reparto.