Nacido en el estado sureño de Alabama, la vida del entomólogo Edward Osborne Wilson se detuvo ayer en Massachussets a sus 92 años, según ha confirmado su fundación. Wilson fue rebautizado hace décadas como el Darwin moderno por la comunidad científica. Junto al naturalista británico David Attenborough, ha sido considerado una de las principales instituciones en historia natural y conservación de todo el planeta.
Autor de libros como El sentido de la existencia humana, el entomólogo ha firmado algunos de los más importantes tratados sobre la vida de las hormigas, según informaba el físico e historiador de la ciencia José Manuel Sánchez Ron en un artículo para El Cultural, donde se hacía eco del apodo "el hombre hormiga" a partir de una alusión en 1990 de The New York Times. Hay dos atributos que diferenciaban a Wilson de la mayoría de sus colegas, decía Sánchez Ron, quien lo definió como una rara avis dentro del campo de la investigación de los insectos: "habilidad y elegancia al escribir", además de un "interés por todo lo humano", perteneciese o no a su especialidad.
El que fuera catedrático de la Universidad de Harvard no solo ha escrito libros imprescindibles como El sentido de la existencia humana o Sobre la naturaleza humana (1978), por el que recibió el Premio Pulitzer. También ha sido reconocido por su trayectoria con el prestigioso Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA.
"Yo no veo con un ojo y no oigo los sonidos de alta frecuencia; en consecuencia, soy entomólogo", dice Wilson en sus memorias, Yo, naturalista, publicadas en 1994. Su especialidad era la mirmecología o, lo que es lo mismo, el estudio de las hormigas, si bien la dimensión de su obra trascendía el naturalismo hasta ocupar los territorios de lo literario, lo humanístico e incluso lo filosófico.
El hombre hormiga
Entre los hitos más destables de su trayectoria, se encuentra la fundación del Proyecto Half-Earth, enfocado en la protección de los distintos ecosistemas que existen en el planeta con el objetivo de detener el proceso de extinción de las especies, cuyo ritmo se ha visto acelerado de manera preocupante.
El prestigio de Wilson, sin embargo, ha encontrado oposición entre algunos colegas. Por ejemplo, los que criticaron los fundamentos de su libro Sociobiología: la nueva síntesis, al interpretar que estuviera cimentado en la eugenesia, disciplina basada en el estudio y aplicación de las leyes biológicas de la herencia orientados al perfeccionamiento de la especie humana. Los científicos se opusieron a la teoría de Wilson, según la cual los comportamientos de las personas están determinados por los genes.
Wilson, que había estado viviendo en una comunidad de jubilados en el noreste de los Estados Unidos, descubrió más de 400 especies de hormigas a lo largo de su vida, desde que con solo 10 años empleara interminables horas en el bosque recolectando mariposas e insectos de toda índole.