“Las películas históricas hablan más del presente que del pasado”, comentó Jon Garaño el año que presentó Handia. Basada en la historia real de Miguel Joaquín Eleizegui, el Gigante español o el Gigante de Altzo, la película contaba el relato de un joven vasco que en el siglo XIX llegó a medir en torno a los 2,40 metros de altura. Su altura le llevó a protagonizar varios espectáculos por Europa donde fue además recibido por las reinas Isabel II de España y Victoria del Reino Unido y el rey Luis Felipe I de Francia, entre otros.
Murió a los 43 años y aunque su acta de defunción indicaba que había sido enterrado en el cementerio de la localidad de Altzo, durante años se había especulado acerca del paradero de sus restos con rumores que apuntaban que habían sido robados por algún coleccionista. Sin embargo hoy, 160 años después, la Sociedad de Ciencias Aranzadi ha puesto fin a estas dudas al confirmar el hallazgo de los restos óseos del Gigante de Altzo en el cementerio de la localidad.
El descubrimiento ha sido posible gracias al trabajo conjunto del Ayuntamiento de Altzo y Aranzadi y al equipo dirigido por el forense Francisco Etxebarria, tras una excavación que empezó el pasado 12 de agosto y finalizó el viernes 14 con el hallazgo de un fémur de más de 60 centímetros, cuya longitud, aún a falta del análisis de ADN, no deja dudas de que perteneció a un gigante.
Entre sus restos, se han recuperado además de los dos fémures, los dos húmeros y algunos fragmentos más del esqueleto, todos en un muy buen estado, que han permitido indicar que parece que Miguel Joaquín Eleizegui padecía de artrosis y osteoporosis.
Nacido en 1818 en Altzo vivió una infancia y una adolescencia con un desarrollo físico normal y fue a partir de los 20 años, ya adulto, cuando empezó a crecer considerablemente. Padecía la enfermedad de gigantismo y llegó a medir 2,42 metros, con un peso de 212 kg. Calzaba unos zapatos de 42 cm y guantes de 31 cm. Su historia llevada al cine por Jon Garaño, le granjeó al director 10 premios Goya. Hoy, gracias a este último hallazgo, su mito es más realidad que leyenda.