Hace tres siglos, cuando la Real Academia Española empezó a trabajar en su primer diccionario, el de autoridades —publicado entre 1726 y 1939—, se planteó si debía incluir la terminología propia de todos los campos de conocimiento especializado, pero se descartó la idea por no convertir el diccionario en una obra aún más copiosa de lo que ya era. En su lugar, se decidió dejar para más adelante la elaboración de otro diccionario destinado a las “artes liberales y mecánicas”. El debate surgió en ocasiones posteriores, llegando los académicos de todas las épocas a la misma conclusión: el diccionario general ya era lo bastante rico en vocabulario como para satisfacer las necesidades de la mayoría de los hispanohablantes. En los últimos tiempos, la Academia ha cumplido en parte la tarea de abordar otros campos del saber, con la elaboración del Diccionario del español jurídico, publicado en 2016. Ahora ha dado un paso más en esa dirección con «Enclave de ciencia», una plataforma virtual que aglutina varios diccionarios y corpus dedicados al lenguaje científico y técnico.
“Las tecnologías de la información y la comunicación nos han permitido empezar a cumplir el viejo sueño de tener diccionarios, compilaciones y obras dedicadas al lenguaje especializado”, ha celebrado el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, tras señalar que este proyecto comenzó en 2018, cuando el cargo lo ocupaba Darío Villanueva. «Enclave de ciencia» responde a la “necesidad de que el español esté más presente en el lenguaje de la ciencia, dominado hoy, como es notorio, por el inglés”, ha explicado Muñoz Machado. “Para ello, lo primero que debemos hacer es dejar constancia segura de qué vocablos tenemos disponibles”.
El proyecto, presentado este jueves con la presencia del ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, suma los esfuerzos de varias entidades. Además de la RAE, ha participado como colaborador principal la Federación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), dependiente del citado ministerio, así como la Real Academia de Ingeniería (RAI), la Universidad de Salamanca (USAL) y la Asociación Española de Terminología (AETER).
La web, disponible para su consulta a partir de hoy, está dirigida tanto a los investigadores y los divulgadores, que podrán aprovechar las prestaciones de «Enclave de ciencia» durante su trabajo de redacción y adecuación de sus textos, como al público general interesado en estas materias.
“Enclave de ciencia” agrupa en la misma plataforma el Diccionario de la lengua española científico-técnico (DLECT), compuesto por las acepciones marcadas como científico-técnicas en el Diccionario de la lengua española de la RAE —unas 28.000 entradas—; el proyecto TERMINESP de la Asociación Española de Terminología, con 30.500 términos; el DICCIOMED, el diccionario médico-biológico, histórico y etimológico de la USAL, que aporta 7.200 palabras; y el Diccionario Español de Ingeniería (DEI), que cuenta con 45.000 términos. En total suman más de 110.000 entradas.
Guillermo Rojo es el académico que ha coordinado el desarrollo del proyecto y ha sido el encargado de explicar el funcionamiento de la plataforma durante la presentación. Según el diccionario consultado, la búsqueda avanzada permite, entre otras cosas, ver la frecuencia con la que se usa un término, en qué disciplinas se usa más, en qué países y cómo ha evolucionado su uso en los últimos años. “Es una radiografía del uso actual de la palabra a lo largo y ancho del ámbito hispánico”, ha explicado Rojo. Además, el diccionario de ingeniería permite hacer búsquedas inversas, es decir, conocer términos en cuya definición aparecen las palabras introducidas en el buscador.
Además, la colaboración entre la RAE y la FECYT ha permitido el desarrollo de un corpus de ejemplos (más de 100 millones) de uso del léxico científico-técnico. Su base de datos proviene de tres fuentes: del subconjunto del Corpus del Español del Siglo XXI (CORPES) formado por textos científico-técnicos, de los contenidos procedentes del Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) y otros materiales de la FECYT.
Además de los diccionarios y corpus, “Enclave de ciencia” también incorpora la Divulgateca, un espacio con los más destacados proyectos, recursos y estudios de divulgación científica financiados por la FECYT, y Precipita, una plataforma de micromecenazgo destinada a conectar investigadores y ciudadanos y promover la participación en la ciencia.
“Nunca la ciencia había tenido un protagonismo tan intenso como en los últimos días en el imaginario de las personas y de los medios de comunicación”, ha señalado el ministro Pedro Duque en referencia a la actual crisis sanitaria provocada por la COVID-19. “A ese protagonismo se añade, por supuesto y de forma más callada, el de la ingeniería, actividad que convierte los conocimientos científicos en soluciones y mejoras del bienestar de los ciudadanos”. Según Duque, “solo encontraremos solución a la situación actual a través del trabajo de los laboratorios científicos y de las empresas que trasladarán los resultados a la fabricación de equipos, tratamientos y medicinas que sean accesibles para todos. Esto lo ha entendido todo el mundo, pero a veces nuestros científicos les resulta imposible explicar su trabajo sin recurrir a algunos términos técnicos. Por eso es crucial un diccionario como este que presentamos hoy, que puede ayudar a la gente a entender cada vez mejor la enorme importancia del trabajo de la ciencia”.