Un encuentro reivindica a Torres Quevedo, el gran inventor español
Google y la Universidad Politécnica de Madrid celebran los 100 años de El Ajedrecista
7 noviembre, 2012 01:00Modelo original de El Ajedrecista. Foto: Museo Torres Quevedo.
Este miércoles tendrá lugar en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación de la Universidad Politécnica de Madrid la jornada "Leonardo Torres Quevedo y El Ajedrecista". El evento forma parte de un tour científico que Google ha organizado para dar a conocer, en las principales capitales europeas, las figuras más relevantes del mundo de la ciencia y la tecnología. En España se ha elegido a Leonardo Torres Quevedo, del que se celebran los cien años de la creación de "El Ajedrecista". El ingenio fue presentado en la Feria de París de 1914, haciéndose merecedor, un año después, de un artículo en el "Scientific American". Además de conferencias, el encuentro incluye una exposición sobre el ingeniero, un torneo de ajedrez y la exhibición de la pieza original motivo del aniversario."El Ajedrecista" fue una maravilla de su tiempo. Funcionaba por algoritmos y podía jugar al ajedrez contra un oponente humano de forma totalmente automatizada. Puede considerarse el primer juego de ordenador (analógico) del mundo. La máquina no sólo calculaba sus movimientos, sino que tenía brazos mecánicos que podían mover las piezas por una cuadrícula. En modelos posteriores, los brazos mecánicos fueron sustituidos por imanes y el juego se desarrollaba en un tablero de ajedrez. No se podía engañar a la máquina porque detectaba los movimientos no permitidos.
Para el catedrático y académico José Manuel Sánchez Ron, autor de Ideas y descubrimientos (Lunwerg), Torres Quevedo (Cantabria, 1852) fue "el mejor ingeniero español de todos los tiempos por su increíble inventiva y creatividad". Y es que este gran inventor no sólo se hizo famoso por anticipar la existencia de Deep Blue, también proyectó un nuevo dirigible, transbordadores, máquinas analógicas de cálculo y sistemas pedagógicos, entre otras invenciones que abarcaron múltiples campos y disciplinas.
Fue, por ejemplo, la segunda persona en el mundo en demostrar el control remoto inalámbrico, superado solo por Nikola Tesla. Sus diseños de aeronaves fueron utilizados por franceses y británicos durante la Primera Guerra Mundial y se consolidó como uno de los principales diseñadores de teleféricos del mundo creando el "Transbordador aéreo español del Niágara" sobre las famosas cataratas. Casi un siglo después sigue siendo una atracción turística. Sin embargo, su logro más notable tuvo lugar en el campo de la automatización, desarrollando máquinas que son antecedentes de lo que hoy conocemos como ordenadores y robots.
"Sustituiría la mente humana por máquinas", señalaría en su momento "Scientific American". En 1890, Torres Quevedo construyó también una serie de dispositivos mecánicos que resolvían ecuaciones algebraicas y ya en 1920 sorprendía al público académico parisino con un aritmómetro electromecánico que incluía máquina de escribir. Al realizar la fórmula la máquina hacía el cálculo y escribía la respuesta automáticamente.
Torres Quevedo ha sido una de las figuras más sobresalientes de la ciencia española de todos los tiempos. Una buena iniciativa, la de Google, y un buen lugar, la Universidad Politécnica de Madrid, para reivindicar su legado y conocer su trabajo multidisciplinar en toda su dimensión.