Después de trece años forjando un estilo teatral dominado por la máscara y el gesto, la compañía vasca Kulunka se ha ganado su lugar en el parnaso escénico de nuestro país y en el corazón de un público cada vez más amplio. Su último trabajo, Forever, recién estrenado en el María Guerrero de Madrid, es un espectáculo sobre desencuentros familiares de una sensibilidad cautivadora que su peculiar y original lenguaje contribuye a potenciar.
Los cuatro miembros de Kulunka —Garbiñe Insausti, Edu Cárcamo, José Dault e Iñaki Rikarte— afirman en el programa de mano que trabajar con máscaras tiene algo de adictivo. Y eso que las posibilidades expresivas del lenguaje que usan en escena se reducen muchísimo: sus rostros quedan tapados por una gran máscara estática de látex y, además, no emplean palabras. Se expresan fundamentalmente con el cuerpo, seleccionando el gesto preciso para el miembro adecuado. Son más que mimos, tienen un sentido háptico y proxémico muy desarrollado.
La dramática fábula que aquí nos cuentan alcanza un vuelo candoroso y auténtico propiciado por lo irreal que resulta el actor con su gran máscara y la síntesis del gesto que se le exige. Con la palabra se miente y se enmascaran las cosas, pero como decía Gordon Graig, “ni los niños ni los hombres sabios son capaces de mentir de una manera fácil y graciosa con los gestos”.
Al tono poético también contribuyen los subrayados musicales originales y el espacio sonoro de Luis Miguel Cobo y un dispositivo escenográfico giratorio (Ikerne Giménez y Javier Ruiz de Alegría) que integra tres espacios en uno y le da al espectáculo un toque como de dibujo animado con los actores yendo de un espacio a otro con naturalidad y en suaves transiciones.
La dramaturgia se integra como un guante en la puesta en escena y todo funciona como un engranaje perfectamente engrasado. Los personajes evolucionan desde primeras escenas trufadas de guiños simpáticos hacia una relación cada vez más dramática y conflictiva, pero cuya resolución permite seguir confiando en la forma de organización humana más antigua que se conoce.
Se podría decir que los Kulunka son descendientes de una de las compañías de este estilo de teatro de máscaras más veteranas del teatro europeo: Familie Flöz, afincada en Berlín y que viene visitando nuestro país desde hace ya varias décadas. Estamos de suerte porque el Teatro de la Abadía de Madrid también los acaba de programar con su espectáculo Feste. Todavía no la he visto, pero es de esas formaciones que no hay que perderse.
Forever
Diseño de vestuario: Ikerne Giménez
Diseño y realiazación de máscaras: Garbiñe Insausti
Composición musical y espacio sonoro: Luis Miguel Cobo
Construcción de escenografía: Readest Montajes
Sastrería: KKUM
Producción ejecutiva: Kulunka Teatro
Ayudante de dirección: Alberto Huici
Dirección técnica: La Cía de la Luz S. Coop. Mad.
Distribución: Proversus
Prensa compañía: María Díaz
Producción: Centro Dramático Nacional, Kulunka Teatro, Teatro Arriaga de Bilbao y Teatro Victoria Eugenia de Donostia