El incomodador por Juan Sardá

'Purgatorio' o el símbolo de los tiempos

4 abril, 2014 17:29

¿Cuánto dinero se necesita para hacer una buena película? Además de a  Hacienda y al productor, ¿le importa eso a alguien? Lo más sorprendente de Purgatorio, producción que surgió de un concurso público, es su solidez y su modernidad. Partiendo de un esquema no tan transitado en España (y mucho más lógico) de otorgar un premio a un director y otro a un guionista, Purgatorio surge de la unión de fuerzas entre Pau Teixidor, que convenció con su corto Leyenda, y Luis Moreno, que triunfó con su guión El niño. El resultado de la sinergia es un filme en el que una mujer en su treintena, Marta (Oona Chaplin) se encuentra encerrada en casa con el misterioso hijo de una vecina que se lo ha dejado en cargo para ir a visitar a su esposo al hospital. Pronto, una serie de misteriosos sucesos parecen denotar la presencia del espectro de un niño con resonancias íntimas en la biografía de Marta. Impecable en lo formal, como vimos hace poco en Enemy, asistimos a un poderoso ejercicio de estilo en el que la coherencia audiovisual da empaque a un filme que parte de los mínimos elementos. Purgatorio, además, da miedo.

Purgatorio no solo será recordada como una de las mejores películas de terror de los últimos tiempos o su atípico origen en un concurso, también por su audaz lanzamiento multiplataforma. La semana pasada, La Sexta y Antena 3 estrenaron una precuela. Hoy la película llega a los cines. A partir del 25 de abril, podrá verse en la web de la revista Fotogramas, y en junio se estrenará en La Sexta y la plataforma Nubeox. También hay una versión redux, un montaje en cuatro capítulos de 5 minutos cada uno pensados para ser consumidos en web y dispositivos móviles. Detrás del 'experimento' está un veterano como Enrique López Lavigne, ese productor que junto a Belén Atienza, se mueve entre dos mundos tan dispares como el de las grandes producciones (Lo imposible) y el cine de bajo presupuesto con un perfil claramente autoral (Gente en Sitios). En Purgatorio se añade a la producción el nombre del debutante Jesús Ulled, que está convirtiendo su Virtual Contenidos en un laboratorio de audacia. Durante una visita al rodaje, Lavigne discurre largamente sobre la evolución de la producción y ofrece unas tesis que ya están transformando profundamente los cimientos del cine patrio: “Esto está cambiando y vamos a construir el futuro”, explica con ganas de librar una batalla cuyas nuevas reglas aun nadie conoce y no quiere resignarse a que sean otros quienes dicten.

[caption id="attachment_848" width="501"] Fotograma 'Purgatorio'[/caption]

Ese futuro ya es presente y Lavigne contrapone por una parte “la urgencia por rodar de los verdaderos cineastas” con “las dificultades cada vez mayores para encontrar financiación”. En este contexto, el productor destaca: “Vivimos en un marco cada vez más polarizado. Por una parte tenemos las películas evento que triunfan el fin de semana y generan grandes taquillas y esas películas más autorales vinculadas a un público más urbano y adulto que cada vez son más difíciles de rentabilizar. En el caso de Purgatorio tenemos una película de género, de suspense, con unos parámetros realistas, en castellano y buscando una personalidad y una autenticidad”. Esas películas que muchas veces triunfan en festivales y acaban brillando en las listas de lo mejor del año, como Gente en sitios de Juan Cavestany que también produjo Lavigne, se abren hoy paso sin apenas subvenciones con el reto de encontrar a un público: “Hay que cuidar la sala porque es el lugar en el que mejor se ve una película pero no podemos criminalizar a quien prefiere ver una película en casa, lo que tenemos que hacer es ponérselo cuánto más fácil mejor. No tiene sentido que haya unas ventanas tan largas porque se pierde un impacto”.

Amortizar al máximo el impacto de un lanzamiento es precisamente otra de las claves. Los ritmos de producción de Purgatorio han sido fulgurantes: “Rodar en tres semanas, post-producir en tres meses y estrenar en cuatro. Es un signo de los tiempos”. Hasta hace no mucho, la distribución de una película era la patata caliente que se dejaba para el final. Hoy, la distribución se prepara desde el primer minuto: “Se trata de integrar en lo posible a todos los participantes y socios en una aventura como ésta. Acortando plazos aprovechas mucho mejor la atención de los medios que genera una película. Diseñamos la distribución desde el minuto uno para llegar de la mejor manera posible a ese espectador potencial que hoy está un poco dormido y prefiere otras opciones de ocio. Con Gente en sitios ensayamos una nueva forma de distribuir, 20 de diciembre en salas, 15 de enero en filmin y en DVD. Con la entrada de cine regalábamos una cerveza o un dry martini creando sinergias con otras empresas y dándole un nuevo valor a la experiencia de ir al cine con tus amigos o con tu novia. La entrada también incluía un bono para ver las tres películas de la trilogía de Cavestany en filmin. Queremos sacar a algunas películas del gueto del arte y ensayo”.

Un nuevo cine surge en plataformas insólitas hasta la fecha en su historia pero la tradición del cine de bajo presupuesto realizado a la aventura es casi tan vieja como el propio cine. Explica Lavigne: “En los años 50 se llamaba serie B, en los 60 cine independiente o de explotación, en los 90 llegó el indie... Si hay un nuevo movimiento en España porque no puedes poner ni cotos ni barreras, los cineastas acabarán rodando igual. Hemos cerrado un 2013 estupendo en el que directores españoles han triunfado en festivales importantes en el extranjero como Albert Serra, Luis López Carrasco o el propio Cavestany. La paradoja es que después cuando estas películas regresan a España lo tienen difícil para ser vistas”. El productor defiende las subvenciones (“sin ellas se acaba el cine europeo, punto”) pero celebra la llegada de capital privado al cine: “En Purgatorio tenemos a una compañía de telefonía como Orange y a una cadena de televisión como Antena 3. Todo esto puede parecer muy complicado porque no es el negocio de siempre y es difícil de rentabilizar pero el futuro tenemos que construirlo ya”, insiste.

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