Cabello/Carceller: Off escena: Si yo fuera..., 2010-11
La nueva temporada de exposiciones en el CA2M se presenta con un combinado de propuestas basadas en fondos de la colección, y una retrospectiva bastante completa de la trayectoria de Cabello y Carceller, que en esta ocasión constituye la apuesta de mayor calado. Otras dos intervenciones, la de Sergio Prego y la de Oriol Vilanova, recurren a estrategias autorreferenciales en el propio contexto expositivo, asentadas en el espacio arquitectónico del centro y en las colecciones que se albergan allí. Prego, con una estructura titulada High-Rise, en referencia a la novela homónima de J. G. Ballard, rodeada de un plástico hinchado por un mecanismo de ventilación interna. Vilanova, con espacios que se pueblan con vitrinas y peanas vacías procedentes de distintos museos de Madrid, y un pasillo estrecho en el que se exhibe obra gráfica de la propia colección del CA2M como si estuvieran en los peines de los almacenes. Una solución que hace referencia a la condición archivística del museo, pero que no mejora una idea ya conocida y algo sobreexplotada.La exposición de Cabello y Carceller es lo que se conoce como una antológica de media carrera, y en ella se revisa la trayectoria de un equipo decisivo en el arte desde los 90. Puede que la presencia en la Bienal de Venecia de 2015 empezara a despejar cierto velo que había ocultado el trabajo de estas dos artistas, de modo que la exposición confirma esa reparación permitiendo una generosa mirada de conjunto que se había iniciado en el MARCO de Vigo, coproductor de esta antológica. Tal vez habían sido víctimas de ese refinado ninguneo que consiste en reconocer silenciosamente una valía artística, pero optar siempre por artistas más tranquilizadores y consensuales. Ahora tenemos la oportunidad de ver toda esta obra en un relato organizado por bloques temáticos muy coherentes. Cabello y Carceller han venido trabajando en una consciente y rigurosa concepción provisional de las obras, planteadas en muchos casos como ensayos o "borradores". Así se titula esta muestra: Borrador para una exposición sin título; y se continúa con ello, un proceso reflexivo que en esta ocasión funciona de manera unánime. La densidad de obras reunidas aquí hace que el complejo de referencias culturales que han utilizado a lo largo de su trayectoria se vea con mayor claridad y requiera, siempre lo han hecho, una atención y una complicidad crítica del espectador.
Cabello/Carceller: Drag Modelos: Brad Pitt, 2007
Lo que desde luego queda claro es que el común denominador de sus acciones y sus proyectos es la reinterpretación del concepto mismo de performatividad que afecta a las frágiles construcciones subjetivas de nuestro tiempo. Algo que, en contra de lo que pudiera parecer, no se circunscribe solo al ámbito de la cultura LGTBQ, sino que alude de forma más general a las formas antropológicas de autoexpresión. Así, sus estudios de la pose y la interpretación retoman fragmentos de discursos míticos del cine, o involucran a colectivos que portan los estigmas de esas discontinuidades y fracturas, como en Off escena: si yo fuera…, 2010- 2011, en la que participan internas de Alcalá Meco.
El estudio de Cabello y Carceller sobre y desde la "performance" se manifiesta por eso a veces distanciada, con esa cadencia de actrices tímidas ante la cámara que recitan un tanto mecánicamente sus papeles aprendidos. Y crean una impronta reconocible que no es parte de un estilo, sino de un método de trabajo. Destacan por ello de un modo particular aquellas icónicas obras de los 90, Un beso, 1996, y Bollos, del mismo año, que en su sencillez y su eficacia situaban el punto de partida de una reflexión que ahora se despliega con toda su potencia.
Creo que hay que celebrar la posibilidad de ver en su extensión el enorme trabajo de unas artistas que han sostenido en el tiempo un rigor y una actitud en la que el arte sigue siendo un instrumento para entendernos mejor.
@avistando