Thus the Dream of my Youth and the Love of my Life Passed Away and Left me Desolate, 2015
Si algún poder tiene el arte, como forma de representación, es la de suplantar la realidad y lograr articular, en ese espacio ficcionado, asuntos que de otro modo, inconexos, carecerían de interés o pasarían simplemente inadvertidos. Si además, en el arte se interviene con fotografía, la realidad puede volverse doblemente amenazadora, desde la realidad misma y desde su espacio de representación, cuando, como es el caso, la fotografía actúa como un dispositivo documental. No contento del todo con ello, en su último trabajo, Xavier Ribas (Barcelona, 1960) parece poner en entredicho esas estrategias. Así, muestra una fotografía menos documental, junto a un texto, del que se supone es deudora, para someterlos a revisión en un espacio especulativo en el que el texto resulta ser la imagen y la fotografía el propio texto. Abierto ese espacio de incertidumbre, en el que nada parece ser lo que es, la realidad misma acaba puesta en cuestión, más allá del propio arte y de sus relatos relacionales. Ahí surge una amenaza que trasciende los propios documentos, sus usos y referencias, y su escenificación. Perdida la filiación sincrónica a la que remiten fotografías y textos, reaparecen de la mano, por separado, fuera del tiempo, hechos que apuntan, no a significados sino a significantes, y así son letales.It Would Never Be Quite The Same Again (Nunca volverá a ser la misma) consiste en un apretado resumen del proyecto presentado en el MACBA y en el Bluecoat de Liverpool y, después, en el Museo Universidad de Navarra, a partir de tres fotografías de gran formato y dos imágenes encontradas, junto a textos del artista y reproducciones de documentos originales.
El tratamiento neutral que ofrece la impecable fotografía de Xavier Ribas, que se ha ido deteniendo en geografías diversas, desde que iniciara su actividad artística en los primeros años noventa, con el paso del tiempo incorpora niveles topográficos diversos hasta alcanzar, en superficie, un vasto territorio de resonancias. Su trabajo más cargado en lo referencial, se ha hecho sin embargo más libre operacionalmente, más abierto y complejo. Alejándose de las convenciones de la fotografía documental, de su frialdad y objetividad -algo que ya se veía venir desde sus primeros trabajos-, Xavier Ribas maniobra multiplicando los puntos de vista, variando la escala y formatos de la fotografía, para trascenderla y llegar más allá de la imagen, al texto que la sostiene. Así es como la matriz de la imagen se pierde en un recorrido estetizante en el que surgen equívocos cuando se deja de mirar para leer y, luego, mirar de nuevo al margen de lo que se puede ver.
Las obras expuestas en Espai Visor conciertan una serie de acontecimientos que ponen en relación la historia reciente de Chile, Gran Bretaña y España, y en los que confluyen tramas diversas. Las fotografías de lugares y objetos, por sí solas, funcionan como cebos visuales con los que se da presa al estrabismo de la memoria contemporánea, para poner de relieve el necesario anclaje de la visión en el pensamiento. Desde ahí, cuando se cae en la trampa, ya no se puede mirar a otra parte, obligados a leer el relato que sostiene una imagen, que no es ilustración y no es nada sin el texto; como el texto, sin más, deja de ser si no es convertido en una imagen que da que pensar fuera de lo que vemos cotidianamente en la superficie. Fotografía y texto, a un lado y otro, aquí y allá, aúnan un relato que, trascendiendo tanto la certidumbre documental, como su estética formalidad, llega al fondo de lo que se construye como posible; un hecho que acaba siendo perturbador cuando finalmente forma parte de la construcción mayor de la historia.