Museum-museum, 1972

Kewing Galerie. Sant Feliu s/n. Palma de Mallorca. Hasta el 29 de enero. De 1.200 a 1.500.000 euros.

Todos los recursos y soportes aptos para la comunicación visual y escrita confluyen en la obra del periodista, cineasta, poeta y artista Marcel Broodthaers (1924- 1976) como un singular instrumento de observación, crítica e invención que impulsaría la teoría y la práctica del arte conceptual. Audaz, irónico, poético, con una concepción del acto artístico equiparable a la de Duchamp o Beuys, el concepto equívoco de esa realidad surrealista que encarnaría Magritte y la sintaxis experimental del poeta y crítico Mallarmé se hallan entre las principales influencias que recogió y transformó, expandiendo -a menudo socavándolos- los límites de actuación del arte.



Inclasificable y enigmático, Broodthaers entendía la práctica artística como una actividad eminentemente intelectual e hizo de sus trabajos plásticos, ediciones, acciones y colecciones de objetos, fotografías, películas y textos en general, un auténtico jeroglífico visual que mientras estimulaba la alerta y la conciencia personal firmaba una aguda puesta en cuestión del hecho y la institución arte. Dando prueba de su irrenunciable sentido del humor, y tras cuatro años como "artista", Broodthaers creó en 1968 en una sección de su casa de Bruselas su más conocida instalación Museo de arte moderno, departamento de las Águilas. Básicamente integrado por cajas con ficheros y tarjetas postales, lo cerró en 1972 (año de su presentación en la Documenta 5 de Kassel), volcando desde entonces su inagotable energía en exposiciones como Decorado, integrada por objetos alquilados, en las que, entre la parodia, la imitación y la apropiación, siguió esquivando una y otra vez cualquier intento de "sujeción" de su propia obra.



Treinta y cinco años después de su muerte, sorprende la reunión y presentación en la galería Kewenig de tan exquisita selección de obra gráfica, objetos, libros, ediciones, fotografías y textos de uno de los artistas más codiciados por el coleccionismo internacional. En la exposición -que haría honor a los fondos más exigentes de cualquier museo y se vende como un único conjunto- destacan ejemplares de sus ediciones más conocidas, como la serie Le Corbeau et le Renard (1967), Museum - Museum (1972), Poème - change (1973) Les animaux de la ferme (1974) o esa serie edición póstuma (1983) de 17 fotografías.