En los días previos a la Feria de Arte Contemporáneo de Madrid, que este año se celebra del 22 al 26 de febrero, una “energía especial” siempre recorre la ciudad. Es una sensación compartida por todos los ponentes que participaron en la cuarta sesión del ciclo Los martes de El Cultural, celebrada en el Círculo de Bellas Artes el 14 de febrero.
La crítica de arte Luisa Espino, jefa de la sección de Arte de la revista, condujo la conversación entre la directora de ARCOmadrid, Maribel López (Barcelona, 1972), el galerista Pedro Maisterra (Pamplona, 1976) y el artista Luis Gordillo (Sevilla, 1934), reconocido con el Premio Nacional de Artes Plásticas y el Premio Velázquez.
Además de la expectación que la cita genera cada año, se suma el hecho de que la 42.ª edición de ARCO apunta a ser la de la normalidad absoluta —tres años después, la Covid 19 no es una amenaza—, se vuelve a superar las 200 galerías y es el año con más proyección internacional: hasta 140 de los 211 stands pertenecen a galerías extranjeras (un 66%) procedentes de 35 países. También hay una ruptura con la dinámica, establecida en 1994, de contar con un país invitado.
[ARCO, en Los martes de El Cultural: con Luis Gordillo, Maribel López y Pedro Maisterra]
En esta ocasión la sección central de la feria será Mediterráneo, un mar redondo, un programa articulado por la comisaria griega Marina Fokidis, que cuenta con tres asesores. “La idea es pensar el sur desde aquí”, dijo la directora de ARCO. Consciente de que “la presencia latinoamericana ya está muy asentada en la feria”, López aprovechó la pandemia como "una oportunidad" para pensar en otro "territorio".
Hasta 19 galerías y otros tantos artistas, nacidos en países en torno al enclave del mar Mediterráneo, completan la ambiciosa propuesta, diseñada por el arquitecto Andrés Jaque. El comisario Pedro G. Romero, a la sazón asesor de Fokidis, es responsable de las intervenciones sonoras que se emitirán por megafonía.
La conversación entre López, Gordillo y Maisterra, en la sala Ramón Gómez de la Serna que alberga el Círculo de Bellas Artes, se deslizó por múltiples parcelas del territorio del arte. La disposición de las obras en los espacios más adecuados, las relaciones entre creadores y galeristas o el encaje de lo digital en la experiencia del arte como contemplación fueron algunos de los asuntos que despertaron mayor interés.
Maisterra, que acaba de mudar su galería a una nueva sede en la calle Hospital, junto al Museo Reina Sofía, estará presente en la feria junto a Belén Valbuena, con quien emprendió la aventura en 2007. Se declaró un firme “defensor de un galerismo que imita al futuro” y aseguró que su “objeto de trabajo es el artista, no la obra”.
Un galerista, dijo, “tiene que aportar algo” al artista. Se trata de “ser consciente de qué puedes contribuir”. En la misma línea, aseguró que su nueva galería está diseñada por “los mismos arquitectos que hicieron mi casa” (Carbajo Hermanos), porque “confiamos en la arquitectura como un estado de ánimo”.
[ARCO 2023: más galerías que nunca en su edición más internacional]
Gordillo, por su parte, se mostró exultante —“borracho de excitación”, precisó— con el reciente estreno de su exposición en la sede madrileña de la galería Marlborough. ¡espEren!, ¡peRmanezcan Atentos!, el título de la muestra, sigue “una línea coherente” con su obra en los últimos años, aunque en una de las salas ha incluido una instalación donde la fotografía se encuentra con la pintura. Incluso “lo digital” se imbrica en la propuesta dominada por el collage y el acrílico, según explicó.
Lo digital, a propósito, fue una de las cuestiones que se abordó más intensamente. Maisterra aboga por la convivencia con lo analógico: “Las propuestas deben estar supeditadas al contexto que cada obra requiere”, vino a decirnos. Lo que “me preocupa”, añadió, es “que no veamos lo digital como una herramienta”. Y concluyó: “Necesitamos artistas”. La directora de ARCO se mostró más contundente con la presencia de lo digital, que según ella debe “estar a la servicio de la galería”, pues “la experiencia de estar delante de una obra no se puede sustituir”.
Convivencia con las vanguardias
Gordillo, precisamente el más veterano, quiso aportar un matiz. Según su criterio, las “obras creadas desde lo digital” están justificadas en este contexto, aunque no dejó de señalar “la importancia de la materia” desde la sensación que experimentó hace solo unos días en la exposición Nuevas perspectivas, de Lucian Freud, en el Museo Thyssen-Bornemisza. “La piel del perro” (su relieve) en una de las pinturas sería un buen ejemplo, según recordó, para explicar esta experiencia estética.
No obstante, el pintor habló del supuesto impacto que las vanguardias seguían teniendo en el arte. “Nos estamos apropiando de cosas que ya han sido inventadas”, reconoció sin complejos, al tiempo que propuso un término para definir a estos artistas, entre los que no se excluye: “consumidores en primera fila de la vanguardia”. Y es que “la instalación ahora es tan admitida como el uso del óleo”, dijo.
Por cierto, deslizó Gordillo que “ciertas vanguardias, las más rompedoras, se quedan fuera de ARCO”. Y esgrimió la propuesta de incluir a “artistas desaparecidos” que encajen en la filosofía de la feria. En esta línea, Maisterra lamentó la tendencia de “priorizar lo nuevo sobre lo bueno”.
Mercado "fuerte y seguro"
El último tramo de la charla estuvo dedicado a la internacionalización del arte español. El objetivo de ARCO, además de "que las galerías vendan", dijo López —y no fue la única vez que se resaltó la naturaleza comercial de la feria—, es “promocionar las relaciones” entre los artistas españoles y los coleccionistas y galeristas extranjeros “a través del Programa AC/E” para la Internacionalización de la Cultura Española (PICE). “Conseguir que el mercado español sea fuerte y esté seguro de sí mismo” es una de las grandes aspiraciones para la directora de la feria.
Otra iniciativa, Proyectos de Artista, tiene la vocación de dignificar la cuota femenina en el mundo del arte. Si bien el año pasado “solo era para mujeres”, como apuntó la crítica de arte Espino, moderadora de la conversación, este año se ha abierto el espacio a los hombres, explicó López. Así y todo, ellas ocupan 14 de los 20 stands —tres más que en la pasada edición— de un total de 22 galerías. Gordillo celebró, en este sentido, que “las mujeres se están comiendo el mundo del arte”.