La marca de este año será la vuelta a una cierta normalidad cristalizada en la celebración de las ferias satélite en sus fechas habituales. A ellas regresan un mayor número de galerías internacionales. Ante todas estas citas, los directores de SAM, Drawing Room, Art Madrid, UVNT, Just Mad e Hybrid nos dan las claves de una edición que busca recuperar el pulso perdido, y nos sumergimos, también, en las propuestas editoriales de Arts Libris.
La primera de todas ellas en abrir sus puertas será SAM que, bajo la batuta del galerista Jorge Alcolea, se celebra a partir del 22 de febrero en la Fundación Carlos de Amberes. En su quinta edición sigue apostando por las vanguardias del siglo XX y, entre las obras que muestran las 15 galerías españolas, encontramos nombres como Georg Baselitz, Dalí, Miró, Botero, Dubuffet, Picasso o Andy Warhol. “Nuestra filosofía es mostrar piezas que podrían estar en cualquier museo de arte moderno del mundo –sostiene Alcolea–. Está muy bien coleccionar artistas españoles pero también hay que aportar arte internacional”. En este sentido, cree que la labor de un galerista no solo es “traer lo que la gente quiere sino hacerles pensar y reflexionar”. Por eso SAM busca promover el coleccionismo, porque el arte “proporciona una satisfacción más grande que la que ofrece cualquier otro objeto”.
Chillida, Tàpies y Miró
Le sigue la séptima edición de Drawing Room, la primera con Alejandro Martínez al frente. Serán 18 las galerías que mostrarán un diálogo entre los dibujos de artistas contemporáneos y los maestros clásicos en el Palacio de las Alhajas. La feria ha crecido y se ha consolidado, de modo que Martínez ha querido abrir la puerta a la obra de artistas de los siglos XX y XXI como Chillida, Tàpies, Miró, Saura o Barceló.
Con el reto de establecer un diálogo intergeneracional, los galeristas apuestan por relacionar a artistas como Manuel Ángeles Ortiz e Ismael de la Serna con las jóvenes Marta Beltrán y Eva Rodríguez Góngora, a Fernando Martín Godoy con Federico García Lorca o los trazos abstractos de Eduardo Stupía con Sim Nan Young. El dibujo vive un buen momento y, de ahí la presencia de “un público que demanda obra de los maestros del siglo XX, una ocasión para encontrar piezas fuera de su repertorio tradicional”.
El mismo 23 de febrero se abre al público Art Madrid que, dirigida por Alberto Cornejo Alcaraz, cobijará a 40 expositores nacionales e internacionales en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles. En esta edición el 50 % de los artistas son incorporaciones nuevas, síntoma de que “cada vez hay más creadores jóvenes”. Además, Art Madrid cuenta con un programa de coleccionismo y asesoramiento abierto al público. “Comprar arte supone una inversión emocional”. Aunque la mayoría de las ferias son “muy ortodoxas”, Cornejo apuesta por el videoarte con un programa específico que “se proyecte sobre públicos no tan adeptos a nosotros”. Lo que, en definitiva, diferencia a Art Madrid, opina Cornejo, es que se trata de “una feria ecléctica en la que hay obras, intelectualmente hablando, más accesibles”. Además, su tamaño reducido la convierte en una cita manejable y “fácil para que el posible comprador encuentre una pieza de la que se pueda enamorar.
“No hemos cambiado como feria, pero sí evolucionado”, admite Sergio Sancho, director de UVNT (hasta ahora Urvanity). “Se nos había ligado en exceso al arte urbano, cuando muchos de los artistas nunca han pintado un muro aunque beben de ciertos lenguajes que vienen del cómic o del videojuego”, defiende. En esta edición una treintena de galerías reflejarán los nuevos códigos estéticos del arte en la sede del COAM. Para ello, cuenta con la presencia de 120 artistas como Alejandro Botubol, Nina Bachmann, Olga de Dios o Michael Staniak.
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No solo arte urbano
En los últimos años “el mercado ha interpretado los nuevos lenguajes y gustos que son más cercanos a una generación más joven que se interesa por el arte y empieza a comprar”. Sin embargo, y sin olvidar sus raíces, también hay espacio para un programa de arte público en el que participan Albert Pinya, Solimán López, Samuel Salcedo y Shinuk Suh. En definitiva, Sancho defiende que UVNT “es una feria que muestra lenguajes que están irrumpiendo en el mercado”.
Por su parte Just Mad, dirigida por Semíramis González y centrada en el arte emergente, reúne en el Palacio Neptuno un total de 38 galerías. En esta edición, el feminismo, el ecologismo y la sostenibilidad vuelven a ser protagonistas de la cita “como algo transversal de la feria”. Este compromiso se vislumbra en la residencia Ras de Terra, en la que cuatro artistas han realizado un proyecto conjunto sobre el concepto de la España rural.
Otro de sus pilares es dar visibilidad a artistas mujeres, algo que se demuestra con la presencia de una gran cantidad tanto de artistas como de comisarias. En este sentido, Semíramis González aporta un dato positivo: “en el arte emergente trabaja un mayor número de mujeres”.
Para todos los bolsillos
Además, Just Mad, que juega con una horquilla de precios que arranca en los 200 euros, quiere que “cualquiera pueda comprar arte. Ha habido un cambio, hay una generación joven y tecnológica que empieza a coleccionar”, sostiene González. Por eso, esta cita quiere transmitir la idea de que con 1.000 euros se pueden adquirir piezas interesantes y que la inaccesibilidad al arte se trata “más de un prejuicio mental que de una barrera económica”.
Son accesibles también las propuestas de Arts Libris, la feria editorial que en su séptima edición presenta 55 expositores que buscan incentivar el coleccionismo a través de las publicaciones de artista.
Hybrid es una de las ferias más jóvenes que inundan Madrid durante la semana del arte. En su sexta edición, vuelve a sus fechas y sede habituales, en el hotel Petit Palace de Santa Bárbara. Ana Sanfrutos, una de las directoras de la cita, avanza que también vuelve la performance y las instalaciones en los espacios de tránsito del hotel.
Centrada en los formatos experimentales los artistas intervendrán algunas de las habitaciones. De este modo, una de ellas se convertirá en un taller mecánico y otra reunirá la memoria de los huéspedes que han pasado por allí. También apuestan en firme por la fotografía contemporánea, “un arte más sencillo de adquirir”.
Escaparates con mucho arte
Como cada año los escaparates de El Corte Inglés cambian de registro para mostrar los proyectos de tres creadores. Arturo Garrido presenta Apolo y Dafne en la calle Serrano, una interpretación escultórica del mito clásico. Emplea para ello una malla metálica impresa digitalmente y moldeada a mano con la que genera volúmenes delicados que reaccionan a la luz ultravioleta. Santiago Picatoste apuesta por Chirality, el concepto de la Quiralidad, una propuesta que se podrá ver en Preciados. Invita con ella a superponer mentalmente los dos cuerpos extremos de la obra y observar el resultado de esta unión en un lienzo central. También en la calle Preciados, el artista urbano SpY expone Reflexión: 20 espejos de tráfico que generan, con sus formas convexas, un multiverso que se va transformando con el movimiento y la posición del público. Nuevos prismas con los que mirar.