Se desconoce el destino final del Mata Mua de Paul Gauguin pero lo que sí se sabe es que la pieza, que tanto revuelo está causando, se presentará el próximo día 30 de junio en el Museo Carmen Thyssen de Andorra. Así lo ha dado a conocer el centro aunque sin aportar más detalles. Será Guillermo Cervera, director del centro y sobrino de la baronesa, el encargado de presentarla a los medios. No obstante, aún no se conoce si este es el centro en el que se quedará el lienzo pintado en 1892 o si será temporal.
Paul Gauguin viajó a Tahití en 1891 en busca de inspiración. Atraído por los pueblos primitivos se quedó en la isla de la Polinesia Francesa hasta 1893. Tras experimentar que el paraíso perdido que buscaba no existía como tal pintó Mata Mua, una estampa que representa un paisaje tahitiano con un árbol que ocupa el centro de la pintura en la que vemos a dos mujeres maorís sentadas, una tocando la flauta y la otra escuchando. Detrás de ellas, Gauguin introduce una estatua de Hina -la diosa de la luna y rival del dios del sol, Oro- en torno a la cual danzan otras tres mujeres ataviadas con vestidos azules y blancos. Esta pieza se expuso por primera vez en la galería de Durand-Ruel en 1893 y fue en 1989 cuando el barón Tyssen-Bornemisza compró la obra en la subasta de Sotheby’s Nueva York.
El pasado 11 de marzo la noticia sobre la autorización para que Carmen Thyssen vendiera el Mata Mua, la joya de Gauguin más preciada de su colección, saltó a todos los periódicos. No era la única obra que parecía que iba a abandonar el Museo Thyssen-Bornemisza pues junto a ella salían otras tres piezas de Degas, Hopper y Manet. Entonces, el Ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, declaraba en el Senado que su decisión de sacar el cuadro y venderlo responde a su “legítimo derecho a la propiedad privada”. Tan solo cuatro días después el ministro participó en el Nueva Economía Forum, donde adelantó que quiere “plantear a la baronesa hacer una valoración técnica por parte de expertos, también por los conservadores del Museo Thyssen, del valor aproximado de la colección privada».
Durante su intervención aseguró que nada es irreversible y ahora, en el proceso de desescalada en la que se encuentra España, es el momento de “retomar algunas iniciativas”. En este sentido, quiso recordar que “no se trata de la colección del Museo Thyssen-Bornemisza sino de la de la baronesa Thyssen. Todo lo que se ha hecho en el pasado, incluso la autorización de la salida de los cuadros, es correcta porque se trata de una propiedad privada”.
Tanto Rodríguez Uribes como la baronesa Thyssen han manifestado su interés en que el cuadro se quede en nuestro país pero Rodríguez Uribes hizo hincapié en la necesidad de «tener en cuenta la nueva realidad. No estamos en la situación previa del año pasado, sino en una situación económica más difícil y compleja. Yo ofrezco mi voluntad de llegar a un acuerdo económico razonable en un contexto de crisis”.