Eduardo Chillida sentía atracción por hacer obras públicas para que todos puedan sentirlas como propias. Sin embargo, su hijo Luis sostiene que existen dos formas de disfrutar el arte público: algunos lo hacen “observando”, y, otros, “vandalizando”, ha comentado durante una jornada en la que algunos representantes de las instituciones que protegen el legado de los creadores han puesto en común una serie de retos a los que se enfrentan.

La jornada celebrada en el Círculo de Bellas Artes ha sido organizada junto a Vegap, entidad de gestión de los derechos de autor. En ella han participado organizaciones como Sucessió Miró, Fundación Gala-Salvador Dalí, Fundación César Manrique, Fundación Arte y Pensamiento Martín Chirino, Picasso Administration y Chillida-Leku. Junto a ellos han estado el presidente de Vegap, Antón Patiño, su director general Javier Gutiérrez, Valerio Rocco, director del CBA y Adriana Moscoso, directora general de Industrias Culturales y Cooperación del Ministerio de Cultura. 

Algunos de los retos a los que se enfrentan las familias e instituciones que gestionan los legados de estos grandes artistas son la conexión entre el arte y la sociedad, la relación entre el arte y el patrimonio, la propiedad intelectual o el abandono de las obras públicas (según los datos aportados existen 84 obras públicas en España en mal estado de conservación). Entre las acciones más urgentes piden una dotación económica por parte de la administración pública y la concienciación de la sociedad para evitar la vandalización y la banalización de las obras.

En este sentido, el hijo del escultor de El peine de los vientos ha confesado que la comunicación con ellos es muy fácil. A través del correo electrónico reciben fotos de algunas esculturas cuando estas han sido intervenidas con grafitis. “Tenemos un protocolo de actuación y cuando una obra se limpia rápido es más difícil que se vuelva a hacer pero si no se actúa con celeridad siguen pintándolas y se puede llegar a un estado de abandono”, critica. Esta es, por tanto, una de esas peticiones: la concienciación en cuanto al cuidado, mantenimiento y limpieza de estas esculturas.

Joan Punyet Miró, nieto de Joan Miró, se ha mostrado claro y conciso en su reivindicación: “estos artistas trabajaron por el bien de España y actualmente desde China a Japón pasando por Australia o Estados Unidos hay una promoción de nuestro país gratuita para el Estado y este debería aportar fondos para la preservación de las fundaciones y para financiar los museos de las colecciones que están en nuestro país”.

Cada una de las instituciones lucha por diferentes asuntos que les afectan. En el caso de Miró siguen trabajando en la autentificación de obras, en la de Tápies actúan en defensa de los derechos sociales, la fundación de Martín Chirino busca el fomento de la reflexión y la Picasso Administration alerta sobre la “banalización de la figura del artista en la industria del entretenimiento”. Todas estas situaciones dan como resultado la necesidad de “la concienciación de la sociedad pues su falta lleva a la vandalización”, ha puntualizado Eduardo Rodríguez, en nombre de la Fundación Arte y Pensamiento Martín Chirino. Además, ha puesto el acento en la necesidad de colaboración "de las instituciones públicas en la defensa de los legados, a raíz de distintas infracciones que sobre las obras situadas en espacios públicos, se producen con total impunidad", ha añadido Javier Gutiérrez.

En este sentido, Gutiérrez ha señalado que estas obras públicas sin conservación son propiedad de las Administraciones Públicas. Actualmente, "Vegap está promoviendo una campaña titulada S.O.S ARTE PUBLICO que consiste en la realización de un inventario de obras destruidas o abandonadas a lo largo de toda la geografía nacional". Este informe será entregado al Ministerio de Cultura y a las Consejerías de Cultura de los gobiernos autónomos.

Todos estos artistas fomentan el prestigio de nuestro país y, por ello, Joan Manuel Sevillano, de la Fundación Gala-Salvador Dalí, ha instado a “sacar partido de esta energía creativa. Hay mucho que mejorar pero si lo hacemos bien con el legado de estos artistas estaremos sentando un precedente para los creadores aún no consagrados”. Además, han asegurado que han pedido  una reunión con el Ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, para trasladar al Gobierno todas estas preocupaciones y otras como las presiones que en ocasiones sufren los artistas “para renunciar a algunos derechos o para donar obra a cambio de hacer una exposición”, ha denunciado Javier Gutiérrez. Para luchar contra esas irregularidades cuentan con otra campaña, No sin mis derechos, que busca "alertar a la opinión pública y concienciar a los directores de los museos y otros espacios expositivos de titularidad pública para que no fuercen a los artistas a renunciar a sus derechos de autor".

En definitiva, hay que entender, en palabras de Antón Patiño, que “no se puede usar un patrimonio visual de manera indiscriminada”. 

@scamarzana