Aragón le acaba de ganar una nueva batalla judicial a la diócesis de Lleida a cuenta del patrimonio artístico-religioso de la región. La anterior fue la larga disputa por el llamado 'tesoro de Sijena', y en esta ocasión le ha llegado la hora de volver a casa a un centenar de obras pertenecientes a 43 parroquias de la diócesis de Barbastro-Monzón (Huesca), que actualmente se hallan en poder de la diócesis de Lérida y depositados en el Museo Diocesano y Comarcal de la provincia catalana. Se trata, pues, de un litigio entre obispados, a los que se unen en la causa sus respectivos gobiernos autonómicos.
Los antecedentes del conflicto se remontan a 1995, cuando se creó la diócesis de Barbastro-Monzón a partir de la preexistente diócesis de Barbastro, a la que se añadieron numerosas parroquias que, pese a encontrarse en territorio aragonés, pertenecían a la diócesis de Lérida. Desde 2003, los tribunales eclesiásticos han conminado en varias ocasiones a esta diócesis la entrega de los bienes a sus respectivas parroquias, pero esta, así como las autoridades catalanas, han incumplido todos los requerimientos hasta ahora.
El Juzgado de Primera Instancia número 1 de Barbastro (Huesca) ha ordenado este miércoles la inmediata devolución de 111 bienes del patrimonio histórico de las parroquias aragonesas. Siete meses después de la celebración del juicio, el juzgado ha estimado íntegramente la demanda del obispado de Barbastro-Monzón y ha desestimado las demandas interpuestas a su vez por el obispado de Lérida y el consorcio del Museo de Lérida.
Aún cabe posibilidad de recurso contra esta decisión judicial en el plazo de 20 días, algo esperable teniendo en cuenta casos anteriores. En caso de que así sea, la diócesis de Barbastro-Monzón ha anunciado que pedirá la ejecución provisonal de la sentencia, es decir, la devolución inmediata de los bienes.
Algunas de las piezas más valiosas se remontan al siglo XIII, como el frontal del altar de San Hilario de Buira de Bonansa o el de San Vicente Treserra de Arén. Destacan también el retablo de San Cristóbal de Santaliestra (siglo XV), una escultura de la Virgen María con el Niño de Saidí (siglo XIV) o una pintura sobre tabla de San Martín Obispo (siglo XV).
La diócesis y el museo leridanos trataron de demostrar la compra de las piezas, pero el tribunal consideró insuficiente la documentación aportada, al no disponer de "títulos concretos de compraventa, permuta o donación". También intentaron recurrir sin éxito al derecho de usucapión, aquel que otorga la propiedad de un bien por el hecho de haberlo poseído durante mucho tiempo.