El Salón de Reinos del Museo del Prado comienza una serie de reformas de recuperación y restauración de los elementos originales del edificio que deben ser realizadas antes de la rehabilitación arquitectónica de Norman Foster y Carlos Rubio. Durante 39 meses y con el remanente que la pinacoteca ha podido obtener durante de los ejercicios de 2017 y 2018 serán dos los objetivos de estas actuaciones: la recuperación de las pinturas murales originales y la consolidación del forjado de la tercera planta. Pero antes, durante los días 5 y 6 de octubre, se han organizado varias visitas guiadas por el inmueble para profesionales del sector.

Aunque no existen documentos ni vistas del interior del salón abovedado en el que aparecen los escudos de los reinos sometidos a la corona española, con las descripciones e inventarios reales “se puede avanzar en hipótesis”, comenta Andrés Úbeda, director adjunto de Conservación e Investigación de la pinacoteca. Se conoce que el espacio estaba pintado de blanco y que en él colgaron doce cuadros de batallas, cinco pinturas ecuestres de Velázquez y una serie de diez escenas de la vida de Hércules pintadas por Zurbarán. 

El objetivo es “intentar saber cuál era la decoración para evocar su aspecto original”. Además, también se busca recuperar los acabados superficiales de los paramentos. Para ello, la pinacoteca ha realizado varias catas y estudios y estos han determinado que “la pared no se picó, tan solo se rayó”, comenta Úbeda. La duración de dicha actuación será de 39 meses, se estima un presupuesto de 1.512.500 euros y acabará, aparentemente, en paralelo a la rehabilitación arquitectónica que realizarán Norman Foster y Carlos Rubio durante 30 meses. 

Según ha comentado Úbeda, “durante el siglo XVII fue uno de los conjuntos de pintura contemporánea más importantes de la época y una parte de esas obras están ahora en el Museo del Prado. Además de evocar su aspecto original queremos recordar el esfuerzo de la monarquía española por tener una serie de pinturas hechas de manera específica para este lugar”.

La segunda pata de esta intervención es la recuperación del forjado de la tercera planta, donde se abrirá un espacio diáfano de cerca de 1.000 metros cuadrados. Tras diagnosticar el deterioro de la estructura actual, que conserva vigas de madera, metal y yeso, el programa prevé la eliminación de los rellenos para recuperar la madera en buen estado de conservación y añadir prótesis resistentes. Será sobre esa superficie, que ya el Museo del Ejército rehabilitó, donde se alce la nueva sala de exposiciones temporales. Hasta que se proceda a su apertura no se conocerá si todas las muestras temporales tendrán lugar en este edificio o también se programarán en el edificio Villanueva. Esta actuación, que tiene una duración prevista de 7 meses, cuenta con un presupuesto de 503.340 euros.

Ambas intervenciones arrancarán de manera paralela en las próximas semanas y buscan acometer la primera fase antes del inicio de la obra de Foster y Rubio. Sin embargo, la pinacoteca sigue a la espera de la dotación de los Presupuestos Generales para poder establecer una fecha para el inicio del trabajo de Norman Foster. En total, se estima que la obra completa tendrá un valor de 43 millones de euros (aproximadamente 36 para el trabajo de Foster y Rubio), de los que un 25% correrá a cargo de la pinacoteca. 

@scamarzana