Conocido por fotografiar plantas y flores con cámaras que él mismo diseñaba y que conseguían aumentar hasta treinta veces el tamaño del objeto fotografiado, Karl Blossfeld (Schielo, 1865 – Berlín, 1932) logró atraer la atención de pensadores y artistas hasta convertirse en uno de los referentes de la fotografía Modernista. Hoy, una iniciativa de Loewe Perfumes, comisariada por Juan Naranjo, reúne algunas de las imágenes del artista que, en su momento, mostraron una nueva percepción de la naturaleza en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.
Bajo el nombre Karl Blossfeldt: Urformen der Kunst, y hasta el próximo 5 de octubre, esta muestra ofrece una selección de cuarenta de las fotografías que en 1928 publicó la editorial alemana Wasmuth en el libro Urformen der Kunst, uno de los fotolibros más importantes de la época, cuyo contenido continúa resultando vigente hoy, al reivindicar la belleza de lo natural. Hasta el punto de que Unformen der Kunst fue considerado en su momento un manifiesto de la interrelación entre el arte y la naturaleza y es uno de los volúmenes más relevantes de la historia de la fotografía.
La muestra se organiza en una serie de ámbitos que agrupa formal y temáticamente sus imágenes jugando a la descontextualización para revelarnos la belleza formal de las plantas. Las fotografías de Blossfeldt se asociaron a esculturas africanas y fueron fuente de inspiración para diseñadores industriales y creadores de La Bauhaus, así como para los surrealistas.
Profesor de modelaje en la Escuela del Museo Real de Artes Aplicadas de Berlín, donde había completado su formación artística, el fotógrafo y escultor solía utilizar sus imágenes con fines pedagógicos, registrando los especímenes de plantas que encontraba en sus excursiones y trabajos de campo. Durante más de treinta años realizó este particular herbario fotográfico que le llevó a convertirse en uno de los artistas más importantes de la Nueva Objetividad. Prueba de ellos es que estas imágenes están presentes en las colecciones de los más importantes museos del mundo desde entonces. Su obra ha seducido a críticos y teóricos como George Bataille o Walter Benjamin y ha inspirado a artistas como Max Ernst, Joan Fontcuberta o Minkkinen, entre otros.