Tras el anuncio el pasado mes de enero de que Chillida Leku abriría sus puertas al público en abril, hoy el museo ha anunciado que lo hará en concreto el día 17. Compuesto por un paraje de esculturas al aire libre y un espacio expositivo, ubicado en el caserío Zabalaga, del siglo XVI, este centro fue fundado en vida por el propio Eduardo Chillida en el año 2000 pero, desde enero de 2011, solo podía visitarse bajo cita previa.
Ahora, bajo el título Eduardo Chillida. Ecos, la exposición inaugural será la encargada de la reapertura de este icónico centro con obras que abarcan desde finales de la década de los cuarenta hasta el año 2000. Comisariada por Ignacio Chillida y el equipo de investigación del museo, la muestra profundizará en el desarrollo creativo del artista, el uso de materiales y la evolución de sus ideas a lo largo de su carrera y reunirá piezas en hierro, granito, yeso y papel, sin dejar de lado series significativas como las Gravitaciones (esculturas en papel donde el relieve y el vacío cobran especial importancia) y las Lurras (piezas elaboradas con tierra chamota).
En esta muestra, las salas superiores del caserío trazarán un recorrido dedicado a la escultura pública, que tanta importancia tenía para el artista cuya obra monumental se encuentra hoy en día distribuida en más de 40 ciudades. Protagonismo especial tendrá la escultura Peine del viento XV, ubicada en San Sebastián, un encargo que para el escultor tenía un profundo significado y al que recientemente ha sido otorgado un grado especial de protección al ser declarado Conjunto Monumental por el gobierno del País Vasco.
Las piezas de esta primera exposición proceden no solo de la Sucesión de Eduardo Chillida, sino de esculturas que raramente han sido expuestas y que provienen de préstamos realizados por museos, instituciones y colecciones privadas. Es el caso de las relevantes esculturas de hierro Deseoso (1954, de Fundación la Caixa) y Del plano oscuro (1956, de la Fundación ICO depósito Museo Reina Sofía), además de varias piezas destacadas como Hierros de temblor (1957), Yunque de sueños VII (1959), o Buscando la luz III (1997).
Peine del viento XV, San Sebastián ©Zabalaga Leku. San Sebastián, VEGAP, 2019. Sucesión de Eduardo Chillida y Hauser & Wirth. Foto: Català Roca
Para contextualizar las obras, en la muestra se podrá contemplar también un importante material de archivo que incluye fotografías, manuscritos originales, correspondencia o catálogos de exposiciones de los primeros años de su trayectoria artística. Todos ellos pertenecen al archivo de Eduardo Chillida, conservado de forma permanente en el museo.
Para ello, la Sucesión de Eduardo Chillida está trabajando en una restauración respetuosa de las instalaciones históricas, manteniendo la visión que el artista tenía para Chillida Leku. El caserío del siglo XVI -edificación central del museo-, conservará el mismo aspecto y estructura con los que lo concibió el artista, pero contará con una iluminación mejorada y con mayor aislamiento en suelos y techos, así como con una adecuada accesibilidad para personas con movilidad reducida.
Los trabajos de actualización están siendo desarrollados bajo la supervisión del arquitecto Luis Laplace, conocido por sus trabajos de interiorismo y restauración respetuosa y sostenible, desarrollados en fuerte vínculo con el arte. Laplace está trabajando en estrecha colaboración con el arquitecto Jon Essery Chillida, nieto del escultor.
El proyecto cuenta, asimismo, con la aportación del arquitecto de naturaleza holandés Piet Oudolf, pionero del movimiento New Perennial, que introducirá sutiles elementos paisajísticos. Sus diseños de jardines y paisajes -entre los que destacan el Jardín Lurie de Chicago o la High Line de Nueva York- se basan en premisas ecológicas.