Doris Salcedo. Foto: Joaquín Cortés
A Doris Salcedo (Bogotá, 1958) le gusta dar visibilidad a aquello que el resto tiende a ignorar. En su obra suele tratar temas como la raza, la emigración o el machismo aunque en esta ocasión ha querido renombrar a las víctimas que el Mediterráneo y el Atlántico han dejado bajo sus aguas. Como lágrimas que brotan del suelo los nombres representan a todas esas personas que han huido de los conflictos de su país en busca de un nuevo comienzo y que, con él, han visto el final. Palimpsesto es la pieza que se ha instalado en el Palacio de Cristal del Museo Reina Sofía para homenajear y renombrar a aquellos que iniciaron un periplo sin retorno."Esta pieza surge, al igual que todas mis obras, a partir de entrevistas que he hecho con madres que han perdido a sus hijos ahogados. Trato de ser fiel al testimonio y, como las entrevistas estuvieron llenas de lágrimas, el agua es un elemento clave de la pieza", explica Salcedo acerca de su nueva creación. La artista ha estado trabajando en este proyecto específico durante cinco años. Para ella "el olvido y la mala memoria son intencionados y, por eso, el arte tiene que extraer la ausencia y lo que no queremos ver y traerlos a nuestra vida". El agua, opina, "no es la que ha matado a todas estas personas sino la violencia política y nuestra pasividad ante lo que ocurre".
Cada una de las letras que componen esta pieza, que se entiende como un monumento a las víctimas, cuenta con cerca de 40 lagrimales de los que brotan gotas de agua componiendo los nombres de algunos de los refugiados ahogados. Salcedo se declara como la conexión entre las víctimas y nosotros aunque para esta pieza ha contado con la ayuda de ingenieros hidráulicos, arquitectos y técnicos. Existe, continua, "cierta complejidad que se da en un punto paradójico". Su gestación empieza en Colombia, en el estudio de la artista, "con unos medios precarios con los que hemos conseguido la sutileza de ver estos nombres con el brillo y el sentido completo que deberían tener".
Imagen de Palimpsesto Foto: Juan Fernando Castro
En cuanto al proceso de gestación de sus piezas Salcedo cuenta que se van uniendo las piezas del puzzle a medida que trabaja en ellas. "La idea final de las obras no está fijada cuando me pongo a trabajar en ellas, no tendría sentido". Apoyada siempre en la investigación la artista hace uso de la instalación y la escultura para tratar temas conflictivos donde la violencia y sus víctimas, la memoria y el olvido, están presentes. Desde el arte la Premio Velázquez 2010 plantea "preguntas, no respuestas" y en el caso concreto de esta pieza "de características postidentitarias" infunde una conmoción en el espectador y crea una relación emotiva con el lugar.
El ser colombiana, explica, le aporta "una experiencia particular acerca de la violencia, algo que se ha generalizado en todo el mundo. No es que los colombianos tengamos la violencia en el ADN, es algo que todos tenemos. Es cierto que Colombia tiene graves problemas y no se nos ve con una connotación positiva, por eso pensamos en las víctimas y por eso vengo a Europa, porque aquí no se está haciendo ese duelo", asegura. Así, la artista incide en que "mientras continúe la aniquilación y yo siga trabajando mi obra hablará de ello".
@scamarzana