Detalle de Duga 3 del artista Ferrán García Sevilla

Fue durante los años 1987 y 1990 cuando Patrimonio Nacional abrió sus miras y comenzó a coleccionar arte contemporáneo español. Los primeros autores que se incluyeron en la colección fueron los vinculados a la modernidad, "la confrontación de aquellos años se basaba en qué era más moderno, si lo abstracto o lo realista", apunta Cristina Mur de Viu, conservadora de arte contemporáneo de Patrimonio Nacional. Con el tiempo la colección ha ido creciendo hasta las 115 piezas y 44 de ellas se exponen ahora en la Sala de Exposiciones Temporales del Palacio Real de Madrid en una muestra titulada Arte contemporáneo en Palacio. Pintura y Escultura en las Colecciones Reales, organizada por Patrimonio Nacional y patrocinada por la Fundación Banco Santander.



Gran parte de la colección está compuesta por pinturas de autores que son referencia en la creación española. Entre ellos están Miquel Barceló, Juan Genovés, Luis Gordillo, Manuel Millares, Martín Chirino, Antonio Saura, Luis Feito y Rafael Canogar. Este último, de hecho, fue quien instigó a Patrimonio Nacional a abrirse a la modernidad una vez el artista se incorporó al Consejo de Administración en el año 1984. No obstante, matiza Mur de Viu, la colección "no está concebida con criterios museísticos" porque las bases no son representar series y tendencias para mostrar la evolución del arte, sino servir de "referencia artística" para la agrupación del arte contemporáneo español.



Entre las tendencias a las que la institución podría haber optado para la puesta en marcha de la colección se decidieron por incorporar obras de artistas de la segunda mitad del siglo XX ya que "los trabajos de los finales de los año 80 y de las vanguardias no eran de fácil recuperación", recalca Mur de Viu. De modo que la exposición se configura en torno al génesis mismo de la colección.



Nocturno urbano, de Rafael Canogar

La primera fase de adquisiciones que se realizó entre 1987 y 1990, con presupuesto limitado, incorporó 30 obras de 17 artistas, y un nuevo impulso que tuvo lugar entre el 2001 y el 2006 "evidencia que Patrimonio no es un fondo cerrado sino que está atento a la creación contemporánea". Se trata de artistas como José Guerrero, Pablo Palazuelo y Lucio Muñoz que modernizan los espacios de representación. Por otro lado, "se incoporan obras de carácter abstracto realizadas entre las décadas de los 60 y los 80", apunta la conservadora. En aquel primer desde destacan los autores figurativos como Eduardo Arroyo, Fajardo y Juan Genovés. Las dos últimas salas están compuestas por pinturas de Juan Uslé, José Manuel Ciria, Esteban Vicente y Guillermo Pérez Villalta, con quien se cierra la muestra temporal.



Entre las pinturas que se podrán contemplar en la exposición destacan Saison des pluies núm, 3 (1990), de Miquel Barceló; Flor Negro (1989), de José María Sicilia; Ocultamientos (1971), de Juan Genovés; Catedral II (1985), de Miguel Ángel Campano; La ruta de Mo (1988), de Lucio Muñoz; Memoria de la Segarra II (1989), de Joan Hernández Pijuan; Baile del 14 de julio (1989), de Eduardo Arroyo; o Corazones que vuelan libres (1993), de Alberto Reguera. El fondo de pintura se completa con obras escultóricas en distintas salas como la composición El sueño y la vigilia, de Julio López Hernández, o Columna, de Eusebio Sempere.



La colección del Patrimonio Nacional asciende a 115 obras sin contar las series de grabados. "Hay un buen conjunto, veremos qué pasa en el futuro", concluye. La idea, parece, es recuperar esos fondos histórico-artísticos.



@scamarzana