Anthony Caro
Fallece uno de los grandes escultores británicos. Fundador de la New Generation Sculpture, su obra se caracterizó por dar forma a materiales industriales mediante ensamblajes y soldaduras.
Caro nació en New Malden (Surrey), en 1924. Con sólo veinte años se enroló en la Royal Navy durante el final de la II Guerra Mundial. Terminada la guerra, estudió, de 1947 a 1952, en la Royal Academy School y de ahí pasó a trabajar como asistente de Henry Moore, hasta 1953. Ese mismo año entró como profesor en la Saint Martin´s School of Art de Londres donde gran número de artistas británicos pasaron por sus clases, desde Robert Smithson a Richard Deacon, etc. Fue también durante dos años profesor en el Bennington College, en Estados Unidos, donde conoció a David Smith e, influido por su novedosa concepción de la escultura, abandonó la figuración para centrarse en obras realizadas con soldaduras o ensamblajes de piezas metálicas prefabricadas en acero, hierro o aleaciones, que son las que le darían fama posterior.
A su regreso a Londres se convierte en fundador de la New Generation Sculpture, tan influyente en el arte internacional de los años 60 y 70. Con obras como Veinticuatro horas (1960) y Una mañana temprano (1962) "Caro llevó las láminas de acero soldadas con las que había empezado a trabajar a expandirse por un espacio más próximo a los efectos visuales que a las formas relacionadas con la gravedad". Así lo explicaba José Luis Clemente al hilo de la exposición que le dedicó el IVAM de Valencia en 2005, cuando trajo aquí una exitosa variante de la gran retrospectiva de la Tate Britain.
Anthony Caro: Millbank Steps, 2004. Roche Court, Salisbury
Merecedor de distintos premios y reconocimientos, Caro ganó en 2008 el Jack Goldhill de escultura, entregado por la Real Academia de las Artes británica y dotado con 10.000 libras.
Una de sus última exposiciones en España fue la que vimos en la galería Álvaro Alcázar de Madrid en 2011 donde una pieza de hormigón representaba, inmensa, la infatigable investigación en torno a la escultura que el artista mantuvo abierta hasta el final, "replanteándose la escultura en las fronteras porosas y en el horizonte cambiante de que ha sido dotada por la modernidad", diría entonces José Marín-Medina. El pasado mes de junio Gagosian Gallery inauguraba su última exposición.