Mosaico romano del siglo IV dedicado al dios Baco

Continúan las pesquisas policiales para aclarar las circunstancias del robo del mosaico del siglo IV dedicado al dios Baco de una villa romana en la localidad burgalesa de Baños de Valdearados, que era uno de los mejor conservados de España. El hurto fue descubierto por casualidad por dos turistas que se habían acercado a visitar la villa romana, que se encuentra a medio kilómetro del pueblo, que cuenta con 419 habitantes. Éstos llamaron por teléfono a Eva Cabañas, la persona encargada de mostrar el yacimiento, y ella dio la voz de alarma a las autoridades locales. Cabañas explicó a Europa Press que la última visita se realizó el pasado 6 de diciembre y que desde entonces no había acudido hasta el lugar, por lo que se desconoce la fecha exacta del robo. Este detalle, sumado a que hace poco hubo otro allanamiento en la villa que obligó a cambiar la cerradura, ha despertado dudas sobre las medidas de vigilancia en este emplazamiento de enorme interés patrimonial e histórico.





Durante la operación, los ladrones dañaron seriamente el mosaico, que ocupa una superficie de 66 metros cuadrados. Arrancaron del suelo la escena central, de unos 2,5 metros de lado, que representa a Baco regresando de las Indias. También arrancaron otras dos piezas, que representaban a los vientos del Sur y del Norte, según informaron las autoridades locales. Las características del agujero que dejaron en la obra y la presencia de teselas rotas revelan que los responsables del robo emplearon herramientas rudimentarias para llevarlo a cabo.



Ana Vico Belmonte, profesora de la Universidad Rey Juan Carlos y colaboradora habitual de la policía en este tipo de robos, declaró a ElCultural.es que lo más probable es que los ladrones hayan actuado por encargo: "Es muy difícil dar salida a una obra de arte robada si no se tiene un comprador asegurado o alguien que pueda introducir la pieza en un círculo determinado". Es prácticamente imposible que una pieza así acabe en el mercado legal, explica Vico, porque las casas de subastas están obligadas a enviar sus catálogos a la Policía y al Ministerio de Cultura. "La única forma de venderla es mediante una compraventa entre particulares, por supuesto, ilegal". Por las características geográficas e históricas del mosaico, Vico calcula que en el mercado legal la pieza podría rondar los 20.000 euros, y en cuanto a las condiciones de seguridad en que se hallaba el mosaico, señala: "España tiene un patrimonio enorme al que vigilar 24 horas al día y eso es muy complicado, más aún con los medios actuales, ya que son muchos los yacimientos, monumentos, etc. que salvaguardar".



La villa romana de Santa Cruz se descubrió de forma casual en noviembre de 1972 cuando una máquina excavadora nivelaba una finca agrícola. Las diversas campañas de excavación arqueológica llevadas acabo han puesto en descubierto diez habitaciones y cuatro pasillos pertenecientes a una villa típica de la época bajoimperial, que representan sólo una parte de la superficie total de la mansión.



"En la época bajoimperial romana (a partir del siglo IV), con la crisis de las ciudades, fue habitual que surgieran este tipo de villas en entornos rurales, pertenecientes a patricios con mucho dinero que compraban tierras y se convertían en empresarios agrícolas", explica Daniel Casado Rigalt, profesor de la Universidad a Distancia de Madrid. "Estas piezas casi siempre salen de nuestras fronteras para disminuir las posibilidades de ser detectadas por la policía. Sería una locura que la comprase alguien que viva en España. Acaban en un circuito clandestino de obras de arte, cuyos compradores suelen ser millonarios que se encaprichan de una obra y las ponen en su salón".