Pablo Bronstein: Passeggiata, 2008
Pablo Bronstein se encuentra ante uno de los retos más importantes de su carrera. Su exposición en el ICA ocupa, por vez primera, la totalidad del espacio londinense.
El trabajo de Bronstein, que proviene de la inagotable cantera de Central Saint Martins, es conocido en España desde que el pasado otoño participara en la pasada Manifesta. Los que asistieran a la cita murciana recordarán un espacio en la segunda planta de la antigua oficina de Correos y Telégrafos en la que el argentino presentaba una serie de dibujos que se detenían ante el pasado árabe de España. Claramente reveladores de su trabajo, los dibujos estaban muy bien traídos toda vez que la ambición primera de Manifesta era crear vínculos supuestamente firmes entre Europa y el Norte de África, una sana pretensión inicial no satisfecha por el resultado final del proyecto. Los dibujos de Bronstein mostraban arquitecturas híbridas, en las que toda distancia temporal quedaba eliminada.
El interés por la arquitectura es central en su trabajo. Un vistazo a sus exposiciones ya ofrece una enorme versatilidad en su utilización de los medios: bocetos y maquetas, instalaciones e intervenciones, pintura y escultura. Su exposición en el ICA de Londres se titula significativamente Sketches for Regency Living. En él hay tres conceptos que se intuyen cruciales para entender el conjunto de su trabajo: "sketches", o bocetos, una de sus armas más precisas; "Regency", el periodo en el que el espacio o escenario al que se enfrenta, Carlton House Terrace, fue construido; y, por último, "living", es decir, una alusión a la posibilidad de revivir el periodo de Regencia, de fundir el presente y el pasado en un momento único. La dimensión temporal toma forma a través de la relación entre diferentes episodios de la arquitectura moderna. Convergen en un mismo plano motivos típicos de la Ilustración con otros pertenecientes a la era posmoderna. La aproximación de Juvarra, que fue un gran escenógrafo, escucha su eco en las de Graves o Krier, tan transgresores hacia los precedentes moderno.
Bronstein propone una mirada a la arquitectura trufada de referencias a la danza, a la performance, a la instalación y a la escultura. Pero es a través de la intervención, de la transformación de las cualidades esenciales del lugar a partir de la introducción de pequeños gestos o grandes dislocaciones, como se define con mayor precisión el proyecto. Se imponen las grandes: el aspecto de los espacios interiores ha cambiado radicalmente.
En el interior del ICA podrán verse performance y números de danza diarios que han sido diseñados para esta ocasión y que conviven con otros proyectos anteriores de la misma naturaleza realizados por el artista. Así, a la mirada retrospectiva se une el trabajo específico para el lugar. Bronstein presta, además, atención al trabajo colaborativo, y ha pedido a la diseñadora Mary Katrantzou el diseño de muchos de los trajes que llevarán los performers. Aunque visto el carácter del trabajo del argentino y de esta exposición en el ICA, la colaboración no constituye sorpresa en absoluto.