Trevor Paglen: They Watch the Moon, 2010
El trabajo de Trevor Paglen no puede tener mayor actualidad. Su obra propone una reflexión sobre las actividades encubiertas de los servicios de inteligencia y defensa estadounidenses.
Paglen parte de una meticulosa investigación sobre la situación geográfica de las diferentes bases militares, también conocidas como Black World, y de un profundo conocimiento de las herramientas técnicas más avanzadas para, utilizando su propia medicina, lograr convertir el secreto en evidencia. El artista se aproxima a los diferentes emplazamientos con las cámaras especiales y los telescopios de precisión utilizados en la fotografía espacial. Estos lugares no sólo son inaccesibles sino que se encuentran aislados rodeados de kilómetros y kilómetros de zona desértica. Tal es la distancia que, pese a lo avanzado del equipo técnico del artista, el resultado de las imágenes es impreciso y desenfocado, casi como si fuera una abstracción (muy del gusto del artista pues abre vías narrativas y conceptuales a través de ideas como el desconcierto y la incredulidad). En un momento en que los secretos del departamento de Estado salen a la luz, las obras de Paglen funcionan como un complemento idóneo pues ponen imágenes a las inquietantes informaciones con que nos desayunamos estos días.
Como sus propias imágenes, el trabajo de Paglen se sitúa en algún lugar entre el periodismo de investigación, el rigor científico, el arte contemporáneo y las nuevas tecnologías. Desde este lugar ambiguo, es interesante ver cómo el artista trata de aportar una nueva geografía de regiones secretas e infranqueables que nos son permanentemente negadas. Su obra se vincula al debate en torno a la información que los poderes públicos ocultan y que el ámbito privado, esto es, el pueblo, demanda.
Cuenta el artista que en el estado de Nevada hay una espacio aéreo de la extensión de Suiza en el que se ejercitan los diferentes escuadrones del ejercito norteamericano. Pero hay una zona que es inviolable, el black world, en el que no se pueden realizar ni siquiera aterrizajes de emergencia. Paglen contaba no hace mucho en Barcelona cómo le llegaron las noticias de ese turbio e inquietante "mundo negro", inviolable y secreto, y cómo suscitó su atención convirtiéndose pronto en objetivo inapelable y obsesivo en su trabajo. La posibilidad de hacer de ese secretismo algo visible es la ambición esencial en su obra. Paglen es lo que alguien describió como jun geógrafo del siglo XXI, alguien que lleva a cuestas los grandes teleobjetivos de última generación y, al mismo tiempo, las botas manchadas de barro.
La exposición que ahora le dedica la Secession de Viena muestra trabajos realizados en los últimos años. Una de las piezas que puede verse aquí es They watch the moon, una fotografía tomada a una gran distancia, así lo confirma el grano de la imagen, que muestra una especia de observatorio lunar. Paglen nos presenta la evidencia visible de algo que quiere mantenerse en secreto, que no es otra cosa que cómo observa el poder. La idea que vertebra el trabajo de Paglen es que podamos ser todos los que tengamos acceso a la verdadera realidad de nuestro mundo, que los secretos sean cada vez menos.