Hola, amigos.
Podéis empezar a escribir sobre autobiografías.
El ganador de la semana pasada, dedicada a los perros, ha sido...:
gpm
Tres años, cinco meses y dos días después, el perro va a abandonar, por fin, la puerta de la cárcel.
Muchos relatos han colocado la proverbial lealtad de los perros como centro de la acción, pero el que mejor ha sabido plasmarla, con mayor habilidad, ha sido este. En él se deduce cuál es la situación en la que se ha halla el dueño del perro merced a la actitud del animal, que permanece en la puerta de la cárcel durante un periodo de tiempo descrito con la exactitud propia de una condena penal. Para su buen funcionamiento, el relato conjuga una astuta elección de las palabras con una inteligente distribución de la información y no se ahorra matices. El autor elige la perífresis verbal “va a abandonar” frente a fórmulas sencillas del verbo como “abandona” o “abandonó” porque así dota de esperanza a la acción narrativa.
De manera que el perro ha estado frente al presidio en espera de la salida de su dueño como solo pueden hacerlo estos animales domésticos que tienen en la lealtad su mejor atributo, como los gatos lo tienen en el individualismo. Y como gpm lo tiene en el talento para crear reconfortantes píldoras narrativas.
Enhorabuena, Gabriel Pérez Martínez, por el estupendo relato y por el premio.
Otros micros pudieron haber ganado:
Pilar Alejos
Cuando todos los animales abandonaron el arca, los perros se quedaron con Noé.
Elizeus
Un perro alzó la pata, orinó encima de una mariposa y un tifón no pudo azotar Filipinas.
Bocar
“¡Perra vida!”, se lamentó en voz alta el pordiosero, mientras su perro brincaba alegremente meneando el rabo.
Saludos cordiales