Y los veinte poemas finalistas son:
Promesa
En alguna cueva recóndita de mi alma
el tiempo con sangre invisible esculpe
estalactitas de silencio
Semìramis
Juega con el azul del día ___ Bebe del ajedrez ___
Tras sus ojos de gata se refugia.
Pájaro azul
Se visten de despedidas todos los gatos al atardecer -- Leo el paisaje con el humo
del café y te intuyo, -- tras los árboles.
Pilar Alejos
Disipa la brisa las palabras
volátiles del adiós.
Anida el silencio tras el cristal.
Mari Carmen Pavón
En una cama de hospital
se despide con el llanto de los ojos.
La enfermedad ha mutilado la palabra.
Huracanblue
Pedestal donde la estrella rompe
Hacienda de luz paz de los soñadores
Súbita región hecha de verbo y besos que no duelen
Iah
El insomnio vuela en el silencio del ocaso,
las siluetas vibrantes del ayer
ahora bailan entre sueños muertos.
Medea
Yo nací en el primer suicidio de Dios
cuando los ángeles desconocían sus nombres
y yo, dilapidé el mutismo de su despedida
Frida Roffe
El remanso del oasis, como todo oasis
resultó falso
el desierto áurico perdiéndose en el aire.
Sebastian
Soy esta lámpara ciega agazapada en la noche,
esta casa hueca que suena en el vacío,
el agujero en tu pecho, su antorcha helada.
Laoconte
Frente del mar se abre
de brazos la luz
hacia la quietud de tu ausencia.
Eliseo
Se fugan los bordes feroces del ocaso
Un silencio anfibio debate sus nervios
Mientras extraigo esta oscura profecía.
Vianey Valdés
Se volvió porcelana tu sombra
y las palabras (incrustaciones de obsidiana)
huyeron hacia el hielo de la costumbre.
María José Viz Blanco
Una silla vacía
con el calor del cuerpo ausente
invadiendo el silencio.
Marta
Buscan los cipreses nuevos ecos
en el umbral de otra madrugada.
El silencio encuentra sus raíces
Óscar Quijada Reyes
El incendio fue sofocado,
mas queda el humo tóxico,
y el pulmón sufrirá siempre.
Ayalgamar
La grieta que devorará el tiempo
muerde ya
las cerezas del silencio.
Ana Marìa
Se desgarra el llanto / patina el silencio / De puntillas, las palabras vagan descalzas.
Eneas
Un pájaro grazna en la mañana.
Yo te recuerdo llama negra que alcanza mi nave,
agria sombra de música lejana
Dido
Para siempre me recordarás
aullido que agoniza en la garganta de la noche,
flor morada que silba en el silencio
Tema de la semana que viene: “Montañas interiores”.