Y los veinte finalistas son:

Boreal

En mi alma boreal una noche sigue a otra noche;

una tonelada de recuerdos

cristalizan en un fundido en negro.

Zaguán

Tras el telón oscuro y estelado

refulge en bambalinas un atrezzo dorado

allí donde el espectador quisiera ser tramoyista.

Vianey Valdés

Vendrá de nuevo el cráter de la noche;

el pedernal hambriento llegará;

también el ciprés fanático de la luna.

Islandés

Fuma el volcán ebrio de luz

la noche semestral muda de hemisferio

el sol juega al escondite.

Susana Bellido

Aúllan los poetas

y un soneto ovilla en su defensa

a la puerta de los túneles del mar.

Clementina Vidal

Su negra caligrafía dibuja vicios

y pestes en la piel

de los astros; negra tachadura del sol.

Ardis

Vuela en tus noches ya sin chal

por las rutas de la seda

viajero de la nada, lunático de neón

Frida Roffe

Aquelarres furiosos

hojas de oro arrastradas por tornados

los espejos vivientes lavan el rumbo.

Hielo

Me reconforta el hielo

con su aroma ambarino

y su sabor a noche

Ana Marìa

Se perfuma la noche / Ladrona de palabras desnudas / huye de la ginebra con el hielo cristalino de la música.

María José Viz Blanco

Miles de pupilas traviesas

saltan sobre mí como mosquitos salvajes

en la noche ardiente.

Pilar Alejos

Crujen huesos bajo los pies

de la oscuridad.

Llueven salamandras sin miedo.

Pablo Cavero

Ya no son furtivos

los devaneos de búhos y lechuzas

al eco de tambores con lentejuelas.

Marta

El cielo enciende su yunque.

Llueven cenizas sobre el eco

de las hogueras de la noche

Natalio Linaceros

Un aspersor

diluye tu desdicha,

aunque es de noche.

Gala

Maldigo al neón que parpadea en la pared fría

y a las voces malteadas, cacofonías de callejón

que no me dejan ser plañidera de mi cadáver.

Semìramis

Se desangra la noche __ en atrevidos __ cristales de luz.

Satén

Hay un abismo de satén que me llama

y se escucha una verbena

junto al río

Cordelia

Soy antorcha que lame las sombras

hasta adelgazar la noche,

pavesa feliz al abrigo del alba.

Eliseo

Ávidas tinieblas

llévense su fastidioso panal de luces

y callen los graznidos de sus emisarios.

Tema de la semana que viene: “El primer verano”.