¡Buenos días!
Estuvieron a punto de ganar estos poemas:
Ana Marìa
En los acantilados del tiempo, // cuchillos con piernas, esqueletos de escamas,// fuga
de violines.
Comienzo onírico muy bien sostenido, con un segundo verso que contiene toda la intensidad estética, pero también emocional, del poema. El cierre es una fuga no sólo hacia la música, sino a la maravilla esbelta de vivir más allá de la dura realidad.
Juanjo Maíllo
Triángulos de hielo
se hunden en el rubí
caliente de la carne
Contención punzante en un poema que sugiere mucho, afirmándose en imágenes crípticas pero llenas de simbolismo, con ese “hundimiento” que añaden una necesaria carnalidad a la abstracción, con un cierre redondo que completa esa metamorfosis.
Huracanblue
Tiburones camuflados vigilan las esquinas
Oblicuo el sol circula en dirección prohibida
Mientras los niños juegan con serpientes amarillas
Imágenes potentes en cada verso, con independencia no sólo plástica, sino también comunicativa, porque cada imagen significa y proyecta su propia hondura cíclica. La concreción del verso final -también bella imagen- le da solidez a todo el conjunto.
Pero el ganador es
Rosario Campos
El martillo de carne azota golpes secos
contra el palpitar del océano
mientras mastica mis huesos.
Que la firmeza del objeto sea “de carne” ofrece complejidad a la imagen, convertida en escena, que ya nos sitúa desde el primer momento en un poema de contrapuntos, desarrollado después con elegante sutileza en el segundo verso y con un cierre abismado hacia lo confesional duro, físico y áspero, con un contraste muy enriquecedor.
Tema de la semana: “El final del verano”. Hemos tenido una andanada de Resistiré; tanto, que se ha podido llegar al aborrecimiento del temazo. Pero no podemos olvidar otros grandes éxitos del Dúo Dinámico que casi siempre tenemos al filo de los labios. El final del verano es uno de ellos. Escribamos sobre esto, en 3 versos y no más de 140 caracteres. Sobre los finales de historias que en realidad son principios. Sobre las elegías y el adiós, y sobre los crepúsculos playeros. Sobre nuestra ocasión de renacer.