¿Qué libro tiene entre manos?
Lengua de lobo, de Rodolfo Häsler.
¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?
Una sintaxis pobre o infantil.
¿Con qué personaje le gustaría tomar un café mañana?
Con Nietzsche, en un café de Turín, por supuesto.
¿Recuerda el primer libro que leyó?
Sería muy bonito e inspirador tener ese recuerdo. Pero no, no lo recuerdo. Ni siquiera una idea aproximada.
¿Cuáles son sus hábitos de lectura: es de tableta, de papel, lee por la mañana, por la noche...?
De papel, siempre. Y por la mañana, casi siempre.
Cuéntenos alguna experiencia cultural que cambiara su manera de ver la vida.
Seguramente mi primer año en la Universidad porque fue entonces cuando me hice lector, que es, en definitiva, lo que ha determinado toda mi vida. Hasta entonces, claro, yo había leído libros, me gustaban los libros, pero convertirme en lector no ocurrió hasta entonces.
Si el niño que fue se encontrara de nuevo hoy en una habitación con Don Manuel, el enfermo que susurraba que “la vida es una mierda”, ¿le daría la razón? ¿Por qué?
Ya entonces no me parecía que lo fuera, como es natural, pero un niño aprende también muy pronto a decir lo que esperan los mayores que diga. En ese caso concreto, además, había razones que lo justificaban.
Comenta en el libro que en esa época Franco solía estar enfermo. ¿Entendería la España de hoy? ¿Qué cambio le sorprendería más?
Bueno, el cambio que más le sorprendería hoy seguramente sería la ubicación de su tumba… No sé si entendería o no la España de hoy, pero sin duda la habría desaprobado por completo, así que quienes hoy dicen que ven cada día y por todas partes “franquismo” me parece que no saben de lo que hablan o lo hacen con muy mala intención.
¿Y al niño protagonista de su libro? ¿Cree que se reconocería en el poeta y narrador en que se ha convertido?
La verdad es que los niños no sueñan con ser escritores.
De la Ibiza de su infancia, ¿qué queda, si queda algo? ¿O está enferma también?
Queda bien poca cosa. Pero eso es natural. La infancia es un lugar que ya no existe y que apenas conseguimos entender que haya existido.
¿Cuáles son sus mayores males, el turismo masivo, la corrupción...?
La codicia en general.
¿Y en lo que a la cultura se refiere?
Por todas partes hay un exceso de cultura “oficial”.
¿Entiende, le emociona el arte contemporáneo?
Siempre me ha interesado. Creo que su función no es tanto emocionar como sorprender con algo nuevo. Eso está bien, pues el arte también es eso, hacer algo nuevo. Pero de ahí deriva buena parte de su problema: que demasiado a menudo los museos o las ferias de arte se convierten en simples y absurdas competiciones de ocurrencias.
¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?
Tal vez de Sean Scully.
¿Qué música escucha en casa?
Clásica principalmente.
¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?
Yo diría que sí, no sé si mucho o poco, pero sí.
¿Cuál es la película que ha visto más veces?
No estoy seguro, pero El gatopardo debe de ser una de ellas.
¿Le gusta España? Denos sus razones.
Sí me gusta, no puede decirse que sea un país aburrido.
Déjenos una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país.
Todo pasa por la lectura. Hay que crear y formar lectores. Y fomentar aquellos valores imprescindibles para la lectura, como el silencio y la soledad, que han sido expulsados de la vida de los adolescentes por unas pedagogías gregarias e irresponsables.