Hola, amigos. 

El lunes termina la temporada de microrrelatos en Cuenta 140. Volveremos después del verano, Dios mediante. Toca que tome el relevo la poesía bajo la dirección de mi colega Joaquín Pérez Azaústre. A partir del lunes el reto es poético, pues; y el tema inspirador, el renacimiento. 

Veamos, entretanto, qué cuentos han sido finalistas de la semana dedicada a las personas tóxicas: 

Wong 

Fue feliz, hasta que un tipo que era Ingeniero en Robótica le aseguró que estaba programado para serlo.

Guiostergo 

Su psiquiatra demostró en el juicio que había matado a su madre en defensa propia.

Mascota 

Los vecinos pensaban que el solterón del segundo piso era un encanto.

Hasta que comenzó a vivir con él su caniche Pequitas.

Wong 

Cuando tomaron conciencia de que, en realidad, eran robots, fueron en busca del informático que los había programado para ser infelices.

Robinson 

“Si no me quieres, tendrás que buscarte otra compañía”, le dijo el náufrago a la náufraga en la isla desierta.

Pierre 

Se hizo un tatuaje en el brazo con hermosas letras chinas. En verano, cuando viajó a Pekín, todos huían de él.

RIP 

Mientras esperaban a la profesora, algunos linces analizaron sintácticamente la nota de suicidio de la pizarra.

Empujoncito  

El psicólogo del centro decía que a veces las personas necesitaban un empujoncito. Y más de uno, tras hablar con él, se tiró por la ventana.

Padres 

Se preocupaba mucho por sus padres; así se lo hacía saber las pocas veces que telefoneaba a su hermana, que tan mal cuidaba de ellos.

Humel 

A lo largo de su vida, escribió varias notas de suicidio. Nunca llegó a matarse, pero sí lo hicieron muchas personas de su entorno.

Panguitruz Gner 

Siempre estaba encima de mí, me lanzaba continuos reproches, coartaba mi libertad. Estaba harto de Él. Me hice ateo.

Alexa 

Para sacar a su amigo de la depresión, le invitó a dar un paseo por el borde del abismo.

Molina 

Se casó con una veinteañera a la que sacaba tres décadas. Cuando hicieron el segundo aniversario, ella parecía tener su misma edad.

Golverg 

Estuvo cuatro horas desahogándose con su amigo. Por la noche, recibía la llamada de la esposa de éste, comunicándole el infarto fulminante.

Larson 

En cuanto lo detuvieron, telefoneó a su abogado que, tras hablar con él, tuvo que buscarse otro abogado.

Helenio 

Te perseguía para contarte lo mal que iba todo. Había que huir saltando las grietas, eludiendo atacantes, evitando los charcos…

Caruso 

“No toques eso, no te arriesgues, no te signifiques”, así siempre. Menos mal que madre no hay más que una.

Pietro Picudo

Al darse cuenta de que su amistad le resultaba nociva, decidió romper con el otro habitante de la isla.

Sthrum

Cuando le dijeron a la madre de Judas que su hijo se había ahorcado, comentó: «Ya sabía yo que con esas compañías no podía acabar bien».

De Primo 

Pero antes de colgarse, el viejo escribió una carta de reproche a la joven que vino a arruinar su soledad y su nostalgia con tanta alegría.

Y uno, de regalo: 

Asante 

Cuando lo despidieron también de aquella empresa por haber hurtado mercancía, los acusó de ensañarse con un pobre discapacitado.

Para aparecer con nombre y apellidos en caso de ganar el concurso, escribid por favor a cuenta140@elcultural.es

Saludos cordiales.